Cornus alba Aurea

El Cornejo siberiano Aurea es una variedad de cornejo blanco decorativo durante todo el año, tanto por su magnífico follaje dorado, sus pequeños ramos de flores melíferas, sus fantásticos colores de otoño o su madera de color rojo brillante, muy visible en invierno. Es un arbusto muy resistente y vigoroso, ligeramente con chupones, de porte erguido, que se extiende poco a poco. Lucirá mucho colocado de forma aislada, en macizo o en seto. Adaptable al suelo, este cornejo necesita estar protegido del sol abrasador en clima cálido. Es una de las plantas de follaje dorado más robustas que existen.

El cornejo blanco Aurea pertenece a la familia de las cornáceas. Proviene del Cornus alba, una especie botánica originaria de Siberia y Manchuria, donde se encuentra en las orillas del río Amur, en bosques húmedos de hoja caduca y coníferas. Siempre crece cerca de cursos de agua, en climas duros y contrastados que demuestran su resistencia. La selección 'Aurea' muestra un follaje notablemente colorido, predominantemente amarillo. Frondoso, exuberante, madura naturalmente un poco más alto que ancho, pero la poda repetida a menudo le confiere una apariencia de cúpula baja, más ancha que alta. Es un arbusto ramificado, erguido, con aspecto de mata, que alcanzará aproximadamente 2 m de altura, con una extensión mínima de 1.50 m. Las ramas inferiores forman retoños o enraízan en el suelo, sin que el arbusto sea invasivo. Su crecimiento es rápido. Su ramaje es rojo y brillante, especialmente cuando es joven. El follaje, caduco, aparece en primavera y cae en otoño. En primavera, nace de un amarillo cálido que se tiñe de naranja, se vuelve amarillo-verde en verano y amarillo limón en septiembre, antes de tornarse rosado a rojo en otoño. Las hojas son enteras, claramente nervadas y onduladas, con punta afilada. Su floración no es su principal atractivo, bastante discreta, en forma de pequeñas flores blancas amarillentas dispuestas en cimas, pero son melíferas. Le siguen bayas de un blanco cremoso que contienen semillas oleaginosas, que adquieren un tono azulado al madurar.

Sea cual sea el tamaño y el estilo del jardín, siempre habrá un cornejo para embellecerlo. El cornejo blanco Aurea ofrece un espectáculo renovado durante todo el año y sus colores iluminan las zonas un poco sombreadas. También se puede utilizar en la composición de un seto mixto o formar un elegante fondo para los macizos de plantas perennes o arbustos. También se puede plantar en el borde de un bosque para hacer una transición con el campo. Su asociación con Helianthus, Heliopsis o hemerocallis formará una escena muy colorida. Al ser un arbusto que se desarrolla cerca del agua, se puede plantar, junto al Cornus stolonifera Faviramea de corteza amarilla, detrás de un primer plano de astilbes, no lejos de una charca. Plante este Cornejo en una maceta grande (su porte bastante compacto lo permite).

Consejo: recorte severamente los tallos a finales de invierno, ya que solo los brotes del año tienen color.