Cornus alba Baton Rouge

El Cornus alba Baton Rouge® es una magnífica variedad de cornejo siberiano que destaca por sus jóvenes ramas de un rojo coral brillante, formando en invierno un ramillete resplandeciente que se distingue a lo lejos en un paisaje despojado de follaje y flores. Con sus hermosos colores otoñales, este arbusto caduco de porte denso y arbustivo es un verdadero adorno para el jardín. Colóquelo en un seto o a lo largo de un amplio paseo, en cualquier buena tierra de jardín que no esté demasiado seca.

El Cornus alba Baton Rouge (Minbat), obtenido por Minier en 2007, pertenece a la familia de las cornáceas. Proviene del Cornus alba, el cornejo siberiano originario de Siberia, de las orillas del río Amur y de los bosques húmedos de árboles de hoja caduca y coníferas que se encuentran en Rusia y Manchuria. Siempre crece cerca de cursos de agua, bajo climas duros y contrastantes que son prueba de su robustez.

La selección 'Baton Rouge' desarrolla ramas notables por su corteza de un rojo extremadamente vivo. Arbustivo, frondoso, alcanza naturalmente a la madurez una altura un poco mayor que su anchura, pero la poda repetida a menudo le confiere una apariencia de cúpula más ancha que alta. Es un arbusto ramificado, de aspecto tupido, que alcanzará en promedio 1.75 m de altura, con una extensión de 2 m. Su crecimiento es bastante rápido. Su ramaje es rojo y brillante, especialmente cuando es joven. El follaje, caduco, está compuesto por hojas opuestas, ovales, de 4 a 8 cm de largo. De color verde medio, terminan rojo-púrpura en el envés grisáceo antes de caer. Las hojas son enteras, claramente nervadas y onduladas, con la punta afilada. Su floración no es su principal atractivo, bastante discreta, en forma de pequeñas flores blancas-amarillentas dispuestas en cimas, pero melíferas. Le sigue la fructificación en bayas blancas cremosas que contienen semillas oleaginosas, que adquieren un tono azulado al madurar. Las ramas inferiores forman retoños o enraízan en el suelo, sin que el arbusto sea invasivo.

El Cornus alba Baton Rouge® prospera en cualquier suelo ordinario, incluso calcáreo y arcilloso, y se adapta a la mayoría de nuestros climas. Es un arbusto gratificante y fiel que requiere poco mantenimiento, aparte de una poda anual de las ramas viejas cerca de la cepa para obtener nuevos brotes, más coloridos. Tiene su lugar en solitario en el centro de un macizo de flores, asociado con otros arbustos de flores caducos o perennes de follaje oscuro, que resaltarán los colores de las hojas y ramas. Es maravilloso en un seto libre, asociado con viburnos, lilas o serbales, por ejemplo. También se puede plantar, en un jardín grande, en masa a lo largo de un paseo o en el límite de la propiedad, frente a un telón de arbustos perennes más grandes como el Elaeagnus ebbingei, Fotinia, Ciprés, laurel cerezo y muchos otros más. Como es un arbusto que se desarrolla cerca del agua, se puede instalar, junto con el Cornus stolonifera Faviramea de corteza amarilla, detrás de un primer plano de astilbes, no lejos de una charca.