Cornus alba Kesselringii

El Cornus alba Kesselringii es una variedad de Cornejo siberiano interesante por su madera de color rojo que se torna casi negro, bien visible en invierno, sus jóvenes hojas rojizas y su follaje otoñal de un hermoso rojo-marrón. Sus flores primaverales de color crema darán paso a bayas blancas que se vuelven azuladas. Este arbusto caducifolio de porte denso y arbustivo es un verdadero adorno para el jardín. Instálelo en un seto o a lo largo de un gran paseo, en una tierra de jardín ordinaria. Recorte severamente los tallos viejos a finales del invierno, ya que solo los brotes del año son de color.

El cornejo blanco Kesselringii es un esqueje de la variedad 'Sibirica' descubierto en 1905 en el jardín botánico de San Petersburgo. De la familia de las Cornáceas, proviene del Cornus alba, originario de Siberia. En la naturaleza, esta especie se encuentra en las orillas del río Amur y en los bosques húmedos de frondosas y coníferas. El arbusto siempre crece cerca de cursos de agua, bajo climas duros y contrastados que son prueba de su robustez.

La selección 'Kesselringii ' desarrolla ramas cubiertas por una corteza roja que se vuelve especialmente oscura al final de la temporada. Arbustivo, frondoso, alcanza en la madurez la misma altura que anchura, pero la poda repetida a menudo le confiere una apariencia de cúpula más ancha que alta. Es un arbusto de crecimiento rápido, ramificado, con aspecto de mata, que alcanzará aproximadamente  3 m en todas direcciones a la edad de 10 años. Su joven ramaje colorido es su primer atractivo. El follaje, caduco, está compuesto por hojas opuestas, ovales, de 4 a 8 cm de largo.  Teñidas de rojo al brotar en primavera, se vuelven verde medio, para finalmente adquirir tonos rojo-marrón-púrpura antes de caer. Las hojas son enteras, claramente nervadas y onduladas, con punta afilada. Su floración no es su principal atractivo, bastante discreta, en forma de pequeñas flores blancas-amarillentas dispuestas en cimas, pero es melífera. Le sigue la fructificación en bayas de un blanco cremoso que contienen semillas oleaginosas, que adquieren un tono azulado en la madurez. Las ramas inferiores forman retoños o enraízan en el suelo, sin que el arbusto sea invasivo.

El Cornus alba Kesselringii prospera en todo tipo de suelo ordinario, incluso calcáreo y arcilloso, e incluso puntualmente seco en verano, y se adapta a la mayoría de nuestros climas. Es un arbusto gratificante y fiel que requiere poco mantenimiento, excepto una poda anual de las ramas viejas cerca de la cepa para obtener nuevos brotes, más coloridos. Tiene su lugar como aislado en el centro de un macizo de flores, asociado con otros arbustos florales caducifolios o perennes de follaje oscuro, que resaltarán los colores de las hojas y ramas. Queda maravilloso en un seto libre, asociado con viburnos, lilas o michayes, por ejemplo. También se puede plantar en masa a lo largo de un paseo o en el límite de la propiedad en un jardín grande, delante de un telón de arbustos perennes más grandes como Elaeagnus ebbingei, Fotinias, Cipreses, laureles cerezos y muchos otros más. Dado que es un arbusto que se siente a gusto junto al agua, se puede instalar, con el Cornus stolonifera Faviramea de corteza amarilla, detrás de un primer plano de astilbes, no lejos de una charca.