Cornus alba Sibirica

El Cornus alba 'Sibirica' o Cornejo de Siberia es un arbusto resistente de porte arbustiva que muestra sus encantos en otoño e invierno. Su hermoso follaje verde se viste con un tono llamativo tan pronto como los días se acortan. Luego se desvanece para dar paso a las ramas rojas que alegran la temporada fría. En primavera y verano, sirve como un hermoso fondo para los macizos o participa en la animación de un seto variado gracias a una discreta floración blanca en mayo-junio y una fructificación, en forma de pequeñas bayas redondas, que culmina el verano en azul.

El origen de este arbusto de la familia de las Cornáceas nos brinda pistas sobre sus exigencias. En estado silvestre, aprecia los bosques húmedos en los márgenes de ríos o en altitud (alrededor de 1000 m). Por lo tanto, se desenvuelve bien en suelos frescos, a pleno sol o a media sombra y tolera sin problemas el frío. El mantenimiento se limitará a una poda más o menos severa según la forma que desee darle. Esto también estimulará la aparición de nuevas ramas, aún más coloridas cuando son jóvenes.

Sus tallos erguidos alcanzan hasta 2 m de altura y se extienden en arbusto (según el tamaño y la ramificación) sobre 1,5 m. Llevan numerosas hojas simples, opuestas, ovales, acuminadas y claramente acanaladas. De un bonito verde en primavera y verano, se vuelven rojas en otoño para luego desaparecer. Están acompañadas de pequeñas flores blancas en mayo-junio. Agrupadas en corimbos de 5-6 cm, atraen a los polinizadores y contribuyen a la animación del jardín. Posteriormente, toman el relevo unas bayas de forma globosa. Del tamaño de un guisante verde, son inicialmente blancas y viran al azul a finales de verano. Es en invierno, cuando todo está despojado, que este cornejo de Siberia se muestra y atrae la mirada. Sus tallos, de un rojo vivo, resaltan claramente y calientan el ambiente. Es en este momento cuando se debe combinar hábilmente con compañeros que lo realcen. Arbustos persistentes para contrarrestar en verde, sus primos para variar los tonos de rojo, pero también de amarillo. Los tallos serán igualmente valiosos para la confección de ramos y composiciones respetando las reglas del Ikebana.

El Cornus alba 'Sibirica' se coloca según el foco que desee darle en otoño e invierno. Visible desde el interior de la casa y enmarcado por las ventanas y ventanales, en un rincón apartado del jardín para incitar al paseo, en el centro de un macizo de pequeños persistentes para despertarlos... En un seto libre, se combinará con arbustos con activos complementarios: una floración primaveral notable, como con el Membrillero de flor 'Eximia', el follaje persistente del Fotinia fraseri 'Corallina' o el aroma de los buddleias.