Cornus florida - Cornejo florido

El Cornus florida, también conocido como Cornus de Florida, es un gran arbusto o pequeño árbol ornamental, interesante por varias razones. Aunque su cultivo requiere algunas especificidades, ofrece, donde se encuentra a gusto en un suelo no calcáreo, el espectáculo de su floración blanca en primavera que viste unas ramas extendidas con aires japoneses, y muestra un follaje transformado en otoño, invadido por tonos escarlata a violeta. Constituye un hermoso ejemplar aislado en un pequeño jardín, o asociado en un gran conjunto como un seto libre o un grupo de arbustos.

El Cornus florida es un gran arbusto de flores originario de las regiones del noreste de América del Norte, perteneciente a la familia de las cornáceas. Bajo nuestros climas, alcanza una altura de 6m y una envergadura de 5m. Su porte es más bien cónico ensanchado, formado por una corona de ramas laterales que crecen horizontalmente desde el tronco único, a menudo retorcido. A partir del mes de mayo en nuestras regiones frescas, a veces antes en climas suaves, se forman racimos de pequeñas flores verde musgo con puntas amarillas de 0.5 a 2 cm de largo, un poco antes de la aparición de las hojas, o simultáneamente. Están agrupadas en racimos (glomérulos) y están rodeadas de 4 grandes brácteas de 4 cm de largo, similares a pétalos, de color blanco a ligeramente rosado. Esta floración, más abundante si las temperaturas son altas en verano, es seguida en septiembre-octubre por la formación de frutos dispersos, rojos, no comestibles, de 1 cm de diámetro. El follaje, caduco, está compuesto por hojas verdes con márgenes blancos, que adquieren hermosos colores otoñales. Las hojas miden de 10 a 15 cm de largo, son anchas, ovales y puntiagudas. A menudo están retorcidas o enrolladas. La corteza de las ramas jóvenes y las ramas es verdosa, teñida de rojo en su lado expuesto al sol. Con el tiempo, adquiere un color gris y se agrieta.

El cornus de Florida es una especie muy resistente (-20°C) que se adapta mejor a climas húmedos, aunque soporta veranos bastante calurosos. Es interesante como ejemplar aislado en pequeños jardines, pero también se luce en macizos y setos libres. Se puede asociar con otros arbustos de floración más temprana (Avellano mágico, Magnolia estrellada), con lilas perfumadas y trepadoras de la serie Bloomerang, o incluso con seringatos. En un macizo de tierra de brezo, es un compañero perfecto para los rododendros y azaleas caducifolias.

El sistema radicular muy superficial de este cornus permanece justo debajo de la superficie del suelo, lo que lo hace sensible al endurecimiento y compactación del suelo, inundaciones y golpes de pala o maquinaria. Por lo tanto, es recomendable aplicar regularmente un mantillo orgánico bajo la copa de este arbusto y evitar cualquier plantación a su alrededor.