Laburnum alpinum Pendulum

El Laburnum alpinum Pendulum es una variedad de laburno de los Alpes que se distingue por su porte ligeramente llorón, particularmente elegante.  En primavera, atrae todas las miradas, adornado con largos y delgados rácimos de flores amarillas que perfuman toda una zona del jardín. Muy resistente, este arbusto caducio ya causará un gran efecto después de 3 a 4 años de cultivo.  A todas estas cualidades hay que añadir una fácil cultivo al alcance de todos los jardineros, incluso principiantes. Este laburno, uno de los más bonitos en primavera, tolera los suelos mediocres y calcáreos y prefiere las exposiciones soleadas. 

El Laburnum alpinum Pendulum proviene del Laburnum alpinum, originario de los Alpes soleados de Embrunais y de los prealpes del sureste. Pertenece a la familia de las fabáceas, como la glicina o el trébol. Este arbusto de crecimiento rápido muestra un porte a la vez erguido, extendido y ligeramente llorón. Desarrolla un tronco corto, en el que crecen ramas laterales flexibles y elegantemente colgantes. Cuando alcanza la madurez, en promedio mide 2 m en todas direcciones, pero puede superar los 3 m de altura en condiciones óptimas. En mayo-junio según el clima, despliega hermosas inflorescencias en rácimos colgantes, delgados y largos, que miden de 15 a 40 cm de longitud. Sus flores papilionáceas melíferas teñidas de amarillo oro a veces con toques de naranja, miden aproximadamente de 14 a 17 mm de diámetro. Su follaje caduco, de un verde oscuro brillante, con pelusa en el reverso, está compuesto por tres folíolos ovales de 4-8 cm de longitud, y adquiere un hermoso color amarillo oro en otoño antes de caer. Su corteza es lisa, de un verde grisáceo, y las ramas jóvenes están cubiertas de pequeños pelos. Este arbusto produce frutos en forma de vainas alargadas de color marrón, que contienen semillas muy tóxicas por ingestión.

El Laburno de los Alpes muestra su mejor versión cuando se coloca aislado, pero no desmerece en un gran macizo arbustivo. Es un arbusto muy resistente (hasta -20°C), y muy resistente a la contaminación. Para crear un cuadro mágico, plante varios ejemplares, espaciados 3 m a cada lado de un camino: las ramas se unirán para formar una bóveda de la que sus ramos caerán en cascada. Entre los pies, instale ajos decorativos con tallos rectos coronados por grandes pompones para marcar el camino de esta gruta vegetal. Pase por debajo y déjese llevar por sus flores con su suave aroma a miel. También puede colocarlo en un seto campestre, acompañado de otros arbustos como el lilo, la glicina mantenida en árbol, los seringos, avellanos, manzanos y guindos de flor.

Atención todas las partes son tóxicas, especialmente las semillas. El laburno tiene una madera fuertemente coloreada, brillante, dura, pesada y que se pule muy bien, que es apreciada por los torneros y ebanistas.