Davidia involucrata var. vilmoriniana

El Davidia involucrata var. vilmoriniana, forma rara en cultivo del Árbol de los pañuelos, posee las mismas características que el tipo excepto por el aspecto glabro del revés de sus hojas. Por lo demás, esta subespecie tiene las mismas características que el tipo; ofrece una extraordinaria floración primaveral en forma de bolas de estambres rodeadas de grandes brácteas blancas muy decorativas que perduran mucho tiempo en las ramas. Distribuida por toda la ramificación como pequeños pañuelos, esta inusual floración es el origen del nombre vernáculo de la planta.  Esta especie de clima húmedo y fresco es bastante fácil de cultivar en suelo ordinario pero profundo, fértil, ligero y fresco. Se trata de un árbol majestuoso que merece un lugar destacado, bien visible, preferiblemente a media sombra, en una exposición resguardada. 

El Davidia involucrata es una planta de la familia de las nyssáceas, al igual que el Nyssa sylvatica con sus magníficos colores otoñales. Este árbol totalmente resistente, único representante de su género, es originario de la provincia china de Sichuan occidental. Fue descubierto en 1869 por un misionero botánico llamado Jean-Pierre Armand-David, quien le legó su nombre de especie. En la naturaleza, este árbol de porte redondeado puede alcanzar los cien años y los 20 m de altura. En nuestros jardines, raramente superará los 12 m en todas direcciones. 

La forma 'vilmoriniana' es poco común en el comercio hortícola. Se distingue físicamente del tipo por su follaje, glabro y no velloso en el revés, pero también a nivel microscópico por un número diferente de cromosomas que impide obtener híbridos fértiles mediante el cruce de estas dos subespecies.. Su porte es extendido redondeado, y sus dimensiones no superarán los 12 m de altura por 10 m de envergadura. El crecimiento es bastante lento, dependiendo de las condiciones de cultivo. El follaje de este davidia es caduco. Las hojas en forma de corazón miden de 8 a 16 cm de largo, tienen bordes dentados y se asemejan un poco a las del tilo. Su color es un verde claro brillante en el haz, con el revés grisáceo, sin pelos. Solo los ejemplares de unos quince años son capaces de florecer.

Este árbol ofrece una floración notable. De mayo a junio, aparecen inflorescencias colgantes compuestas de pequeñas flores de 1-2 cm de diámetro rodeadas por un par de grandes brácteas desiguales  a medio camino entre una hoja y un pétalo, de un blanco puro muy decorativo. Las inflorescencias miden 15 cm de largo. Las flores globulosas se componen de anteras rojo púrpura y numerosos estambres blancos. Tras la floración, aparecen frutos colgantes de 2-4 cm de diámetro en bolas de color marrón que permanecen en el árbol durante el invierno. 

Coloque el Árbol de los pañuelos aislado en su jardín, en arboledas o en grupos pequeños con grandes cornus de flores blancas como el evónimo controversa notable por su porte en etapas horizontales. Para acompañarlo en suelo ácido, elija por ejemplo rododendros, Andrómedas, Leucothoe o Corylopsis. En suelo calcáreo, opte por osmantos, viornes, Aronia, espireas, evónimos o iteas. Plante a sus pies plantas perennes de sombra capaces de cubrir el suelo como tiarellas, pachysandras, astilbes, rosas de Navidad, pulmonarias o hostas.