Arándano japonés - Elaeagnus umbellata

El Eleagnus umbellata también conocido como olivo de otoño o eleagno de umbelas, debido a su parecido con el famoso pequeño árbol mediterráneo. Pero sin duda, es su otro nombre de baya de plata del Japón el que mejor caracteriza a este arbusto: su fructificación otoñal, tan decorativa como sabrosa, compuesta de racimos de pequeños frutos rojos salpicados de plata, evoca más bien grosellas espolvoreadas de azúcar. A pesar de compartir cierta similitud por el aspecto de su follaje, estos dos "olivos" son extremadamente diferentes. Nuestro eleagno pierde sus hojas en la mala estación, posee un crecimiento rápido, una excelente rusticidad y forma rápidamente un voluminoso arbusto. Su floración primaveral, abundante pero discreta, se revela con un perfume a miel, perceptible a varios metros. Muy utilizado en setos campestres, cortavientos o frutales, es una planta fácil y deliciosa que posee un encanto indefinible.

El eleagno en umbelas es un gran arbusto caducifolio de la familia de las Eleagnáceas, originario de Asia oriental, más precisamente del Himalaya. Se extiende desde Afganistán hasta China, Japón y Corea. Muestra un crecimiento rápido y forma un arbusto ramificado, de porte ancho, tupido pero flexible y evasivo, alcanzando hasta 4 m de altura por 3 m de envergadura. Su follaje, caduco, persiste bastante tiempo antes de caer, a veces es semipersistente (en climas suaves) o marcescente, es decir, que las hojas secas permanecen en las ramas en invierno. Está compuesto de hojas enteras, estrechas, de 4 a 10 cm de largo y 2 cm de ancho, lanceoladas, con bordes más o menos ondulados. Su color es un verde más o menos azulado y mate en el haz, el envés es más claro, plateado y satinado. Las pequeñas flores estrelladas blancas-crema a amarillo pálido, bastante insignificantes, están reunidas en umbelas colgantes en las axilas de las hojas. Suelen aparecer, generalmente a finales de primavera, en mayo-junio según el clima. Son deliciosamente perfumadas, muy melíferas y nectaríferas, visitadas por las abejas. Dan paso a pequeños frutos o drupas redondos, carnosos, de 8 mm de diámetro, de un hermoso rojo salpicado de plata al madurar. Son comestibles, dulces y acidulados, particularmente ricos en vitaminas y antioxidantes. Se pueden degustar crudos, en compota o en mermelada. El sistema radicular de los Eleagnus, al igual que el de las plantas de la familia de las fabáceas (alfalfa, esparceta), está perfectamente adaptado a suelos pobres, contribuyendo a enriquecerlos.

Un arbusto de Eleagnus umbellata se destaca a lo lejos, debido a la claridad y al brillo plateado de su follaje siempre en movimiento. Su vigor, resistencia y gran adaptabilidad lo convierten en una excelente planta para setos libres o cortavientos, capaz de crecer con entusiasmo en condiciones difíciles, a pleno viento y en suelos mediocres. Es valioso en un jardín costero o en un jardín seco, en regiones ventosas. Puede ser muy bien utilizado en un seto mixto, junto con otros arbustos muy hermosos como Abelia chinensis, Arbutus unedo, Amelanchier ovalis, Buddleia alternifolia argentea, o también Hippophae rhamnoides y Poncirus trifoliata. En primavera, ¡su floración puede perfumar toda una zona del jardín!