Elaeagnus ebbingei Viveleg

El Eleagnus ebbingei 'Viveleg' es una mejora de la variedad 'Gilt Edge', que posee una vigor excepcional y un follaje de un verde más oscuro bellamente bordeado de amarillo dorado a amarillo crema. Su variegado es uno de los más estables de la especie. De crecimiento rápido, este arbusto persistente desarrolla en pocos años un porte erguido y compacto de tamaño mediano, llevando pequeñas flores blancas-crema agradablemente perfumadas en otoño. Es una variedad especialmente adecuada para la formación de setos libres densos, que protegen eficazmente del viento y son ornamentales en todas las estaciones. Resistente y resistente a la salinidad y a la sequía, es muy ventajoso en jardines costeros y en regiones más áridas.

El cultivar 'Viveleg' muestra un crecimiento rápido, buena rusticidad y resistencia a la sequía estival. Forma un arbusto muy ramificado, de porte erguido, denso y compacto, raramente superando 2,50 m de altura por 1,50 m de envergadura. Su follaje, persistente, está compuesto por hojas coriáceas, enteras, lanceoladas, de un color verde oscuro bordeado de amarillo dorado vivo en el haz, de un verde almendra nacarado con pequeños puntos bronce en el envés. Los tallos jóvenes están intensamente moteados de marrón bronce, al igual que las hojas juveniles en primavera. Las flores insignificantes aparecen en las axilas de las hojas, de septiembre a noviembre. Son deliciosamente perfumadas, muy melíferas y nectaríferas. Dan paso a pequeños frutos ovales alargados, de color cobrizo en la madurez, que contienen una semilla oleaginosa. Estos frutos, ricos en vitaminas y antioxidantes, son comestibles para los seres humanos y apreciados por las aves. Los Eleagnus tienen un sistema radicular particular, que tiene la capacidad de enriquecer el suelo, algo así como hacen las raíces de las leguminosas.

El Eleagnus 'Viveleg' se destaca desde lejos durante todo el año, debido al intenso contraste entre las láminas verde oscuro de su follaje y sus márgenes de un amarillo dorado muy luminoso. Anuncia su presencia en otoño por el agradable perfume de sus pequeñas flores escondidas bajo el follaje. Su porte erguido y su tamaño mediano lo convierten en una planta perfecta para formar setos, pero también muy fácil de utilizar en la mayoría de nuestras regiones debido a su buena rusticidad, del orden de -15°C. Tiene su lugar en un jardín costero o un jardín seco. Como soporta bien la poda, se puede utilizar muy bien en un seto mixto o persistente, junto con otros arbustos muy bellos como el Abelia x grandiflora, el Arbutus unedo, el Buddleia alternifolia, o incluso el Rhamnus alaternus Argenteovariegata. Cabe destacar que su resistencia a la sequía permite su cultivo en suelos difíciles, incluso pedregosos y pobres.

Los frutos del Eleagnus ebbingei, ovales y anaranjados, de 2 cm de longitud, son comestibles y muy ricos en vitaminas y minerales. Se recolectan a finales de invierno o en primavera, una vez que estén bien maduros. Una poda del arbusto a finales de verano comprometerá la floración otoñal y la producción de frutos.