Eucalyptus dalrympleana

El Eucalyptus dalrympleana o Eucalipto es originario de Australia. De crecimiento rápido, forma con el tiempo un gran árbol majestuoso con un porte erguido, amplio, imponente. Su follaje fragante, característico, tiene acentos de canela. Sus hojas de un azul verdoso son lanceoladas, colgantes, curvadas. También se aprecia su corteza lisa y blanca, que se desprende en placas, marmórea en gris, rosa o verde oliva en otoño. Sus bonitas flores en pompones blancos son primaverales. Una especie ideal para los grandes jardines, adaptable en la mayoría de nuestras regiones, ya que es rústico hasta -15°C. Tolera un suelo algo calcáreo.

El Eucalyptus dalrympleana es una especie originaria de Australia, del este de Nueva Gales del Sur, Victoria y Tasmania. Como todos los Eucaliptos, pertenece a la familia de las mirtáceas. Su crecimiento es rápido, formando a la larga un gran árbol elegante con una corona oval que mide de 15 a 20 m de altura por 4 a 8 m de envergadura, según las condiciones de cultivo. Su corteza es lisa en todas partes, de color blanco crema. El follaje permanece juvenil durante 4 o 5 años en sus ramas. Las hojas juveniles son redondas, de pequeño tamaño, azul verdosas. Las hojas adultas, colgantes, más grandes, más finas, más gruesas, tienen forma elíptica o lanceolada y curvada. Su color va desde un gris verdoso a verde brillante. Al aplastarlas, este follaje desprende un olor característico de Eucalipto, con notas de canela. La floración va de noviembre a mayo, según el clima y los años. En general, se muestra en febrero-marzo. Las flores están agrupadas de 3 en 3 en axilas foliares en glomérulos blancos. Este Eucalipto crece generalmente con un solo tronco erguido. Ha recibido un Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society en Inglaterra.

El Eucalyptus dalrympleana es un árbol imponente para reservar en grandes jardines. De fácil mantenimiento, es resistente hasta -15°C una vez adulto. Es una planta ornamental en todas las etapas de su crecimiento, tanto joven como adulto. No es exigente con el suelo, tolera algo de caliza y crece en un suelo drenado, neutro a ligeramente ácido, seco a ordinario, a pleno sol. Longevo, requiere espacio, pero se revela como un ejemplar de elección dadas sus numerosas cualidades ornamentales.