Euonymus europaeus - Boj

El Euonymus europaeus, más comúnmente conocido como Evónimo, es un pequeño arbusto muy decorativo desde el otoño. Sus hojas verdes reaccionan tan pronto como aparecen los primeros fríos y los días se acortan. Se tiñen entonces de hermosos colores flamboyantes: Rojo, rosa indio con matices de púrpura. Todo el follaje parece entonces encenderse. Una vez que cae, los frutos permanecen y aseguran el espectáculo. Sus cápsulas rosadas, casi fucsia, revelan desde finales del verano pequeñas bayas naranja brillante (siendo todo tóxico). Resistente y soportando la poda, se adaptará a numerosos espacios.

El Evónimo es un arbusto de porte tupido, un poco alargado y ensanchado, que crece principalmente en los bosques y matorrales de Asia. Por lo tanto, se encuentra a gusto en setos, a los que aporta color durante el otoño y principios del invierno. Su amplitud es modesta, en promedio 3 metros de alto y 2 metros de ancho, y puede ser mantenida mediante la poda. No resulta invasivo y por lo tanto es buena compañía para sus vecinos. Incluso puede ser guiado ligeramente para darle una forma más "ordenada".

Sus ramas, con la corteza grisácea y un poco agrietada, llevan hojas pequeñas de 5 a 7 cm de largo. Son de color verde medio, caducas, lanceoladas, con bordes apenas dentados. A partir de abril-mayo aparecen las flores. Discretas, no superan 1 cm de diámetro. Blancas con reflejos amarillos y verdes, están compuestas por 4 pétalos minúsculos y un centro verde. Agrupadas en cimas, atraen a los polinizadores y gradualmente formarán frutos bastante originales y muy decorativos. La envoltura, formada por 4 lóbulos de un rosa cada vez más intenso, se abrirá suavemente para dejar colgar las bayas de un naranja muy pronunciado. No se deje engañar por este aspecto atractivo, ya que son tóxicas, al igual que otras partes del arbusto: hojas y corteza. Informe a los niños, que pueden verse tentados por esta atractiva fructificación. Por otro lado, las aves se contentarán con ellas en invierno.

El Evónimo aprecia las exposiciones soleadas, pero también semi sombreadas. Le gustan los suelos ricos, drenados, profundos y acepta terrenos ligeramente calcáreos. Prefiriendo los sustratos frescos, soportará difícilmente los periodos de sequía. Cuide entonces de regarlo si acaba de plantarlo.

Su follaje cambiante y su fructificación colorida lo convierten en un aliado ideal para los setos libres, a los que aporta alegría. También puede instalar el evónimo en el centro de un macizo, de manera aislada, aceptará la presencia de plantas perennes cercanas. Rodeado de Asters y Sedums, compondrá un conjunto otoñal alegre.