Fresno norteño - Fraxinus excelsior

El Fraxinus excelsior, o fresno común, es un gran árbol muy común en nuestros bosques franceses. Es reconocible por sus yemas florales negras aterciopeladas y sus hojas lanceoladas, verde oscuro, que se vuelven amarillas en otoño. De crecimiento rápido, este árbol adquiere con los años una elegante porte, compuesta por un tronco muy vertical que soporta una copa ligera y alargada de la cual se apreciará la sombra en verano. Muy resistente al frío, de cultivo fácil en un suelo cualquiera pero profundo y que se mantenga fresco, lucirá espléndido aislado en un gran jardín o al borde de un cuerpo de agua.

El Fraxinus excelsior, comúnmente conocido como fresno común o fresno de hoja ancha, es un árbol de la familia de las oleáceas, al igual que el olivo y el lilo. Es nativo de Europa, Escandinavia y Rusia, donde es frecuente en las orillas y riberas de los cursos de agua, así como en los bosques.

La forma de este fresno es erguida. Desarrolla un tronco vertical, bien despejado, coronado por una copa de forma redondeada a alargada, más bien cerrada cuando el árbol es joven, abriéndose con los años. En su madurez, esta copa es aireada, de aspecto ligero y la corteza que recubre el tronco se vuelve gris, profundamente fisurada y escamosa. Posee un crecimiento bastante rápido, alcanzando generalmente entre 30 y 40 m de altura por 20 m de envergadura a la madurez. El follaje, caduco, de gran finura, está compuesto por hojas compuestas de 9 a 13 folíolos muy estrechos y lanceolados, de 5 a 12 cm de longitud. De color verde oscuro, se vuelven amarillas en otoño. La floración tiene lugar en primavera, antes de la aparición de las hojas, en forma de panículas amarillo-crema. Tras la polinización, dan lugar a sámaras de 2 a 4,5 cm de longitud.

Perfectamente resistente y con exigencias limitadas, el fresno común soporta cualquier tipo de exposición no abrasadora, y se adapta a cualquier suelo ordinario, incluido el calcáreo, aunque su crecimiento será mayor en suelos fértiles, profundos y frescos. Tolera muy bien la poda, incluso severa, ya que emite nuevos brotes desde la cepa. Si las condiciones le son favorables, tiende a autosembrarse con facilidad. En forma libre, su follaje y su elegante porte le confieren verdaderas cualidades ornamentales. Encontrará su lugar aislado, en un gran jardín, donde proporcionará una agradable sombra en verano.