Gaultheria shallon - Salal

El Gaultheria shallon es un arbusto persistente con follaje verde oscuro, decorativo por su floración primaveral en pequeñas campanillas blancas rosadas, y sus frutos decorativos que van del púrpura al negro en otoño. Con una altura promedio de 1,20 m, se extiende en anchura a lo largo del tiempo por acodo natural. No tolera el calcáreo, la gaulteria (o salal) crece en suelo neutro a ácido, lo suficientemente humífero, manteniéndose fresco en verano, pero bien drenado. Resistente al frío, este arbusto crece a media sombra, en el borde o bajo la cobertura de árboles que lo protegerán del sol y garantizarán una atmósfera fresca.

El Gaultheria shallon es una planta de la familia de las Ericáceas (la de los brezos) y más específicamente de la subfamilia de las Vaccinioideas (la de los arándanos). Esta filiación se manifiesta en todos los atributos de este arbusto, ya sea sus exigencias en cuanto al suelo, sus flores en campanillas con pétalos soldados característicos, y sus pequeños frutos negros parecidos a arándanos, comestibles aunque insípidos.

Originaria de la costa oeste de América del Norte, la gaulteria forma grandes masas vegetales en los bosques de coníferas de California sometidos a las nieblas costeras. Este hábitat natural explica la predilección de este arbusto por la frescura y su sensibilidad a la sequía estival. El Gaultheria es un arbusto de follaje denso, que forma grandes tapices en el suelo, pudiendo volverse invasivo.

En nuestros jardines, el Gaultheria se utiliza principalmente por sus cualidades ornamentales. Sus hojas persistentes ovoides de color verde claro al brotar, se vuelven oscuras al madurar. La floración aparece en mayo-junio, en forma de racimos de pequeñas campanillas de aproximadamente un cm, de un hermoso color blanco rosado realzado por el rojo de los pecíolos. Frutos púrpuras suceden a las flores y se tornan negros a finales del verano y en otoño. El arbusto alcanza 1,20 m de altura (máximo 1,50 m) por 1,50 m de envergadura, e incluso más, ya que se extiende por acodo natural, las ramas que tocan el suelo terminan enraizando, para formar un nuevo mechón. Así, forma un verdadero tapiz vegetal denso que cubre el suelo.
La Gaulteria no es una planta difícil siempre que se le encuentre un lugar adecuado, bajo la ramificación de árboles, y sobre todo satisfaciendo sus exigencias edáficas (referentes al suelo). De hecho, necesita frescura, especialmente en verano, pero no demasiada humedad, sobre todo en invierno. No tolera el calcáreo y solo puede ser plantada en suelo neutro a ácido. Resistente hasta -20°C, no teme el invierno en suelo drenado.

Con su aspecto salvaje, el Gaultheria shallon se integrará perfectamente en un jardín natural. Abedules plantados en grupo aportarán la sombra que necesita, y permitirán crear una escena de cortezas decorativas particularmente estética. El magnífico ábedul del Himalaya, asociado al Betula albosinensis 'Fascination' - que bien merece su nombre con su corteza beige anaranjada - o al ábedul 'Shiloh Splash' con follaje bellamente jaspeado de blanco, formarán así un pequeño bosque de tamaño razonable y compatible con la mayoría de los jardines. El Gaultheria permanecerá lo suficientemente bajo para no ocultar estas cortezas decorativas, y vestirá el suelo al pie de estos hermosos árboles.
En un clima suficientemente suave, el brezo arbustivo Erica canalicuta, de dimensiones sensiblemente comparables al Gaultheria y compartiendo las mismas necesidades culturales, permitirá crear una escena salvaje bajo la ligera cobertura de grandes árboles.