Gaultheria White Pearl - Ebúrnea

La Gaultheria 'White Pearl' es una variedad de Ebúrnea con fructificación invernal blanca. Forma un arbusto de pequeño tamaño, rastrero, de follaje persistente, verde oscuro. Planta de suelo ácido, se utiliza en macetas de tierra de brezo o para crear composiciones decorativas en invierno. En la terraza o el balcón, su bonito follaje redondeado todo el año y sus bayas blancas muy brillantes son muy decorativas.

La Gaultheria 'White Pearl' es una selección hortícola híbrida, resultado del cruce entre las especies procumbens (x) mucronata. Originaria de América del Norte, su progenitora la Gaultheria procumbens es común en los bosques ácidos de coníferas y caducifolios de Canadá. Perfectamente rústica, resistente a la sequía una vez establecida, esta especie no tolera el calizo. 'White Pearl', de crecimiento lento, permanece de tamaño muy reducido, sin superar los 15 cm de altura por 30-40 cm de envergadura. Un tallo subterráneo ligeramente rastrero produce nuevos arbustos pequeños con el tiempo, colonizando lentamente el suelo en los espacios libres entre las piedras u otras plantas. El follaje denso está compuesto por hojas pequeñas coriáceas y lustrosas de un verde oscuro, que adquieren tonalidades moradas cuando descienden las temperaturas en otoño. La floración tiene lugar en verano, de julio a agosto. Se presenta en forma de pequeñas flores en forma de campanillas blancas y cerosas que nacen en las axilas de las hojas. Polinizadas por insectos, producen luego bayas redondas y brillantes de color blanco. Esta fructificación es buscada por algunas aves.

La Gaultheria 'White Pearl' se instala en la sombra o en la media sombra. Tiene su lugar como planta cubresuelos al pie de los macizos de tierra de brezo, bajo arbustos como los brezos, las azaleas, los camelias, o incluso bajo los hortensias. Rellena con su follaje persistente los espacios desnudos y proporciona una fructificación decorativa en invierno. También se puede colocar en macetas en la terraza o el balcón.

Asegúrese de no dejar que los niños jueguen con sus bonitas bayas atractivas, ya que, aunque tienen beneficios terapéuticos, una mala dosis de plantas medicinales puede resultar tóxica.