Granada Nana

El Punica granatum Nana es una forma enana del Granado de frutos realmente encantadora, notablemente florífera, muy arbustiva y reducida en todas sus partes. Florece durante mucho tiempo en verano, produciendo incesantemente una cantidad de flores con pétalos arrugados de un naranja brillante perfectamente realzadas por un follaje verde oscuro barnizado y coriáceo. Sus frutos brillantes, unas granadas en miniatura con mejillas muy rojas, son bastante decorativos y perduran mucho tiempo en el arbusto en invierno. Su cultivo, en una maceta grande o en tierra abierta, está al alcance de todos los jardineros. Se sentirá a gusto en la mayoría de nuestras regiones, ya que su resistencia al frío es bastante honorable. Mediterráneo por esencia, no teme ni los veranos largos, calurosos y secos que ayudan a madurar sus frutos, ni los suelos ingratos y pedregosos.

Las raíces del granado probablemente se encuentran en una extensa región que abarca el sureste de Europa y se extiende hacia el este hasta el Himalaya. Este pequeño árbol caducifolio de la familia de las litaráceas está curiosamente relacionado con la salicaria (Lythrum salicaria) tan común cerca de nuestros cursos de agua. Ha sido cultivado desde la más remota antigüedad por sus frutos y su magnífica floración. 'Nana' es un cultivar muy compacto, similar en todos los aspectos a su primo, pero no superando los 1,20 m de altura por 1 m de envergadura en la madurez. Lentamente forma un manojo poco espinoso de ramas entrelazadas, y su madurez no llega antes de los 5 años. La planta adulta se desarrolla a un ritmo mucho más lento, formando después de unos años un arbusto con un porte ligeramente abombado y redondeado. La floración ocurre en masa, en junio-julio, y luego un poco más esporádicamente durante todo el verano, dependiendo del clima y la exposición al sol. Las flores, simples, de 3,5 cm de ancho, están compuestas por pétalos arrugados que emergen de un cáliz grueso de textura cerosa que recuerda a una granada. Bajo el sol del verano, son de un naranja intenso, en perfecta armonía cromática con el follaje verde intenso, vivo y brillante. El fruto, comestible y brillante, parece estar cubierto de cuero y exhibe diferentes tonos de bronce, rojo y marrón. El follaje, caduco, está compuesto por hojas pequeñas, ovaladas, gruesas y brillantes de color verde intenso. Nacen de color bronce a púrpura en primavera y se vuelven amarillas antes de caer en otoño.

El granado Nana es un magnífico sujeto para plantar en una maceta grande en la terraza o en un seto bajo, y se maneja fácilmente en bonsái. Este arbusto puede ser cultivado en tierra abierta en todas nuestras regiones donde las temperaturas no desciendan por debajo de -15°C. Crecerá sin problemas en cualquier lugar donde el olivo y la higuera puedan mantenerse, incluso hasta en Alsacia en una ubicación bien resguardada. Sin embargo, necesita calor y sol en verano para florecer abundantemente. También se puede utilizar en un seto bajo, combinado con Myrtus tarentina, Leptospermum Silver Sheen en clima suave o con Buddleia Silver Anniversary en una región más fría. Incluso se puede, como en los jardines de la Alhambra, combinarlo con rosales (Rosa Ispahan, Rosa gallica versicolor, Jacques Cartier). En la terraza, destacará en una maceta grande, junto con otros arbustos para terraza. Este método de cultivo permite guardar el árbol en un lugar muy luminoso y cálido en nuestras regiones muy frías.

La ciudad de Granada, cruce de civilizaciones árabes y andaluzas en el sur de España, debe su nombre a la presencia del granado, traído por los moros y plantado en abundancia en los míticos jardines del palacio de la Alhambra. Este árbol también prosperaba en los jardines colgantes de Babilonia y los romanos, que lo descubrieron en Cartago, lo llamaron Manzana de Cartago.