Hamamelis intermedia Aphrodite

El Avellano mágico (x) intermedia 'Aphrodite' es una selección de Hamamelis bastante antigua pero siempre muy apreciada por su vigor y la belleza de su floración. Este arbusto resistente ofrece a finales de invierno una floración generosa y fragante, de un naranja óxido muy cálido, que no pasa desapercibida en el jardín. Su follaje de avellano, de un verde mate, se tiñe más o menos de amarillo a rojo en otoño, dependiendo del suelo y de los años. Esta variedad, de una belleza excepcional, animará el jardín en una época en la que las floraciones son escasas, plantada junto a otros arbustos de floración invernal, sobre un tapiz de pequeños bulbos de floración temprana.

El Hamamelis (x) intermedia Aphrodite es una variedad hortícola introducida en 1985, probablemente resultado de un cruce entre el Hamamelis (x) intermedia 'Vesna' y el H. (x) intermedia 'Pallida'. Forma parte de un grupo de cultivares derivados del cruce entre el Hamamelis japonica y el H. mollis, originarios respectivamente de Japón y China. Todas estas plantas pertenecen a la familia de las hamamelidáceas, entre las que se encuentran los Loropetalum, los Liquidambar y el árbol de hierro.

'Aphrodite' forma lentamente un arbusto vigoroso, de porte extendido y corona abierta, alcanzando en promedio 3,50 m de altura y diámetro a la madurez. Su follaje, caduco, cae en otoño y vuelve a aparecer en primavera. Está compuesto por hojas ovales, de 7 a 13 cm de largo por 7 a 13 cm de ancho, primero de un verde claro en primavera, volviéndose más verde intenso en verano. Se tiñe bastante poco en otoño en comparación con otras variedades. Sus flores, con un suave perfume especiado, abundan en las ramas desnudas durante los meses de febrero y marzo. Están formadas por pétalos naranja con reflejos óxido, envueltos en cálices rojo púrpura, alargados y curiosamente arrugados, retorcidos, casi garfios como dedos de bruja.

El Avellano mágico Aphrodite prefiere suelos ricos en humus, pobres en caliza, frescos, ligeros e incluso pedregosos. Una exposición al sol o a media sombra le convendrá perfectamente. Instálelo en el borde del bosque, frente a grandes árboles o en un fondo de macizo junto a cornisos (Cornus mas, Cornus officinalis), Dafnes, Pieris y Sarcococca y el sorprendente Garrya elliptica James Roof, por ejemplo, en climas no demasiado fríos. También quedará magnífico en un macizo, asociado con arbustos persistentes como un camelia de otoño o un Chimonanthus praecox. A sus pies, puede plantar, por ejemplo, brezos de invierno, campanillas de invierno y Crocos.