Hamamelis japonica Pendula

El Avellano mágico japonés 'Pendula', también conocido como Hamamelis, se distingue de otros hamamelis principalmente por su porte muy llorón, que le confiere al arbusto con hojas el aspecto de una masa curiosamente recogida. Su floración, ligeramente aromática, de un amarillo pálido discreto salpicado de rosa oscuro, aparece directamente en la corteza de las ramas en febrero-marzo. También es notable su follaje otoñal, que adquiere tonos espléndidos, desde naranja hasta amarillo y rojo, a veces púrpura-violáceo. Esta variedad, tan decorativa como original, ilumina el otoño, anima el jardín en invierno con su arquitectura única y marca el final de los días tristes. ¡Destáquela en un tapiz persistente y con bulbos de floración temprana para componer un cuadro intemporal!

El Hamamelis japonica Pendula es una forma poco común de Hamamelis japonés, originario como su nombre sugiere de Japón y origen de muchas variedades híbridas apreciadas en los jardines. Todas estas plantas pertenecen a la familia de las hamamelidáceas, entre las cuales se encuentran los Loropetalum, los Liquidambar y el Árbol de hierro, que siempre se visten con follajes de colores otoñales fantásticos. 'Pendula' forma lentamente un arbusto de porte marcadamente llorón, compuesto por un tronco vertical que sostiene una corona de ramas colgantes. Alcanzará aproximadamente 2,50 m de altura por 3 m de envergadura en su madurez. Su follaje, caduco, está compuesto por hojas ovales, inicialmente verde amarillento con reflejos bronce en primavera, volviéndose verde oscuro en verano, para finalmente colorearse en otoño de naranja cobrizo, rojo con zonas verdes o violáceas, llenando el jardín de tonos cálidos. Sus flores, ligeramente perfumadas, son una agradable sorpresa a finales de invierno y un regalo para las primeras abejas. Abundan en las ramas desnudas durante los meses de febrero y marzo, compuestas por 4 pétalos alargados y curiosamente arrugados, casi como dedos de bruja, y estambres de color rosa-rojo.

El Hamamelis japonica Pendula prefiere suelos ricos en humus, pobres en caliza, frescos y ligeros. Una exposición a media sombra le convendrá perfectamente. Instálelo en el borde de bosques, bajo grandes árboles o destáquelo en un macizo junto con Heucheras, Dafnes y Sarcococcas. También lucirá espléndido en un macizo, asociado con arbustos persistentes como un camelia de otoño o un Chimonanthus praecox. A sus pies, puede plantar por ejemplo brezos de invierno, la gramínea japonesa Hakonechloa macra, o helléboros.