Hamamelis mollis Pallida

Raros son los arbustos de floración invernal que pueden igualar la espectacular brillantez del Avellano mágico 'Pallida'. Mientras el jardín duerme esperando la primavera, Pallida sorprende con su floración realmente notable. Con sus originales flores amarillo-azufre con un delicioso aroma, el avellano de brujas 'Pallida' es un verdadero festival para los sentidos ! En primavera y verano, aportará elegancia al jardín gracias a sus largas ramas con follaje verde medio ; en otoño, sus hojas se encienden en un amarillo luminoso - un audaz guiño al espectáculo invernal por venir.

Los Hamamelis mollis, también conocidos como « hamamelis suave » o Hamamelis de China, son arbustos de la familia de las Hamamelidáceas. Esta especie se caracteriza especialmente por su aroma, más intenso que en otras especies de la familia, como el hamamelis de Virginia.

El cultivar ‘Pallida’, muy popular, tiene un porte expansivo, más ancho que alto, que aportará elegancia a un macizo de arbustos y claridad a una pared de colores apagados. A la larga (después de una decena de años en pleno suelo) puede alcanzar 4 a 5 metros de envergadura.

Sus flores amarillo azufre teñido de púrpura en el centro aparecen de enero a febrero, y perfuman el jardín con un ligero aroma a miel. Adornadas con cuatro pétalos en forma de pequeñas cintas arrugadas, sus originales flores también son espectaculares en un ramo invernal. En verano, sus frutos se llevarán en pequeñas cápsulas ovoides que contienen dos semillas negras, las cuales serán expulsadas al alcanzar la madurez a más de 5m.

Su follaje verde, caduco, aparece después de las flores en primavera y recuerda al de los avellanos aunque no pertenezcan a la misma familia botánica. En otoño atrae la mirada con sus hermosas hojas amarillas bordeadas de rojo.

El Hamamelis es un arbusto rústico (-20°) que aprecia los suelos ácidos con tendencia fresca. Se desarrolla bien al sol, si este no es demasiado abrasador, y resguardado de los vientos secos. De lo contrario, se aconseja una exposición semi sombreada (por supuesto, la floración será un poco más discreta). Su crecimiento lento le permite soportar el cultivo en maceta cuando aún es joven. Así, podrás disfrutar de sus magníficos colores en la terraza o cerca de las entradas.

El Hamamelis que aprecia los suelos ácidos, se puede combinar fácilmente con plantas de brezo a follaje persistente y de floración invernal como el Dafne, los Azaleas, los Rododendros enanos, los Sarcococca o los Dafnes. También se puede plantar en grupos de 3 o 5, para un efecto de masa verdaderamente encantador. Para disfrutar plenamente de su belleza y su aroma, plántalo aislado cerca de la casa en maceta o sobre un fondo de verdor permanente compuesto de coníferas, arbustos de follaje persistente o gramíneas que realzarán la delicada belleza de sus flores. Se puede asociar con arbustos de primavera como el Forsitia, que tomará el relevo floral en el jardín. En maceta o en gran tiesto, se puede asociar con un Acebo, un conífero de rocalla o un Evónimo. También se puede adornar la base del arbusto con brezos de invierno, de Helleboros o bulbos para acompañar el follaje en otoño y primavera, cuando el Hamamelis parece desnudo, habiéndose terminado su floración y aún no han aparecido sus jóvenes hojas.