Sycopsis sinensis

El Sycopsis sinensis o Avellano mágico de China es una especie aún poco conocida, originaria del centro y oeste de China, cercana a los Hamamelis. Forma un arbusto de porte cónico y abierto, con ramas erectas, follaje verde oscuro y coriáceo, persistente. En febrero y marzo, se adorna con una floración magnífica y original, típica de su familia, con flores apétalas y estambres prominentes y amarillos con toques de rojo. Se planta en suelo ácido a neutro para disfrutar de su floración inusual y sentir que la primavera llega.

El Sycopsis sinensis pertenece a la familia de las hamamelidáceas. Es originario del centro y oeste de China, donde crece en zonas montañosas o semimontañosas, principalmente en entornos forestales. Es primo del Avellano mágico, perteneciente a la misma familia y con condiciones de cultivo similares. Es un arbusto de hermosa silueta, de porte cónico y erguido, con largas ramas erectas. Alcanza una altura de 3 a 4 m en su madurez y eventualmente hasta 4 a 6 m de altura por 3 a 4 m de ancho. Las hojas persistentes son grandes, de 5 a 12 cm de largo, elípticas a ovales, alargadas, finamente dentadas, coriáceas, de color verde oscuro y glabras en el haz, ligeramente pubescentes en el envés. Ofrece al final del invierno una floración en racimos cortos muy densos formados por botones aterciopelados marrones de 2 a 3 cm de diámetro. Estos producen flores apétalas con sépalos de tonos rojizos y vellosos, con 10 anteras amarillas a naranja rojizo, creando así, entre las hojas, pequeños capítulos rodeados de brácteas aterciopeladas de un tono marrón rojizo. Se le considera resistente al frío hasta -15 a -18°C.

El Sycopsis sinensis prefiere un suelo fresco, húmedo u ordinario a pobre, ácido, aunque tolera algo de caliza. El suelo también debe ser ligero y drenado. Se cultiva a pleno sol no abrasador o en media sombra, en una situación protegida de los vientos. Requiere cierta humedad atmosférica para crecer bien, pero no necesita cuidados especiales aparte de una poda para eliminar ramas dañadas o muertas. Su atractivo radica en su floración muy precoz y muy original, tanto decorativa como ornamental. Se cultiva en seto vivo o en el fondo de un macizo. Acompáñelo con Cornus, Camelias, Azaleas, o grandes rododendros con un tapiz de brezos de invierno mezclados con helleboros.