Haya común Midnight Feather - Fagus sylvatica

El Fagus sylvatica Midnight Feather es una sorprendente selección del Haya común, particularmente elegante por su follaje muy colorido de textura fina, su porte esbelto y su desarrollo moderado. Sus hojas estrechas y lobuladas, rojas desde la primavera, se vuelven casi negras en verano. Este árbol, que recuerda a un arce japonés, resulta más tolerante que él y lo reemplazará ventajosamente en suelos calcáreos. Y su envergadura modesta permite acogerlo en jardines de todos los tamaños.

El Haya, en latín Fagus sylvatica, es un árbol imponente de la familia de las Fagáceas. Originario de Europa central al Cáucaso, es una de las especies más presentes en los bosques europeos. El cultivar Midnight Feather (sinónimo Black Rianne) es una reciente selección hortícola neerlandesa. Este árbol, de crecimiento moderadamente rápido, posee un porte naturalmente esbelto. Su tronco es recto, engrosándose rápidamente. Soporta una corona estrecha y ligera. A la madurez, debería alcanzar aproximadamente 5 m de altura por 2 m de envergadura. Su follaje está compuesto por hojas profundamente lobuladas. Aparecen en primavera. De un rojo cobrizo en la brotación, se van tiñendo poco a poco de púrpura y se vuelven violáceas para finalmente casi negras en verano. Son marcescentes, es decir, se secan permaneciendo en el árbol hasta la primavera siguiente, con la llegada de nuevas hojas. Las flores aparecen prácticamente al mismo tiempo que las hojas, de abril a mayo. Apenas visibles, son de color crema. Las flores masculinas, separadas de las femeninas, están reunidas en espigas colgantes de 40 a 60 mm. Las flores femeninas se agrupan de 2 a 4 en un involucro en los extremos de las ramas. Los ejemplares adultos producen frutos llamados hayucos, de color marrón brillante, cubiertos de espinas erizadas. Estos frutos, de 12 a 18 mm de largo, son comestibles en pequeña cantidad. Los montañeses solían utilizarlos antiguamente para hacer harina.

El Fagus sylvatica Midnight Feather es un árbol muy resistente, realmente elegante, de cultivo fácil. Prefiere sin embargo climas templados, o de montaña, y sufrirá en climas donde los veranos son demasiado calurosos y secos. Plantado en solitario, se basta a sí mismo, constituyendo un punto focal en el jardín. Puede plantar a sus pies un bonito cubresuelos compuesto por geranios vivaces o violetas, por ejemplo.