Hibiscus syriacus Shintaeyang - Altea

El Hibiscus syriacus 'Shintaeyang', también conocido como Rosa de Siria o Altea, posee un encanto con acentos tropicales. Su flor simple y bicolor muestra pétalos blancos puros, cuya base salpicada de rojo cereza se extiende en cortos filamentos. Encantador, este arbusto caducifolio produce durante todo el verano grandes flores similares a las de las malvarrosas, efímeras pero constantemente renovadas. Un poco rígida en su juventud, esta variedad se desarrolla con el tiempo y forma eventualmente un fabuloso arbusto muy florífero. En un seto florecido, macizo o gran maceta cerca de la casa, es fácil de cultivar al sol y se adapta a cualquier suelo ordinario drenado, incluso un poco calcáreo.

El Hibiscus syriacus, a veces llamado Rosa de Siria, es un arbusto muy rústico, caducifolio en nuestros climas pero persistente en clima cálido, perteneciente a la familia de las malváceas, al igual que las malvarrosas y el malvavisco. Es originario de las regiones templadas de Asia y ha dado origen a numerosos cultivares, incluida la variedad 'Shintaeyang', que se distingue por un crecimiento erguido y una floración abundante de agosto a octubre. Es un arbusto de 2 a 3 m de altura y de 1,50 a 2 m de envergadura, con porte erguido, sostenido por una ramificación erecta, de crecimiento bastante lento. Ofrece grandes corolas simples, de colores muy vivos y bien contrastados, en blanco y rojo, alrededor de una gruesa columna central de estambres soldados también en blanco. Su follaje forma un bello marco oscuro, verde oscuro ligeramente brillante. Las hojas son alternas, lobuladas, ovales a lanceoladas; su borde es dentado y ondulado.

Los Hibiscus ofrecen la ventaja de florecer en abundancia en un período en el que pocos arbustos están en flor en el jardín, en casi todos los suelos y bajo todos los climas. La Rosa de Siria 'Shintaeyang' prefiere exposiciones luminosas y cálidas, y se conforma con una ligera sombra en las regiones del sur. Este Hibiscus requiere poco mantenimiento y crece lentamente pero con seguridad. Colóquelo al abrigo de los vientos fuertes, en un suelo que se mantenga un poco fresco hasta finales de verano. Este ejemplar muy colorido pero poco común en nuestros jardines puede ser utilizado en un seto de tamaño mediano, en asociación con otros hibiscus de diferentes colores, buddleias, abélias, así como de forma aislada o al fondo de un macizo de plantas perennes compuesto por ásteres, flox, daylilies, gauras o malvarrosas arbustivas, por ejemplo.