Hibiscus trionum - Aurora común

El Hibiscus trionum es un hibisco poco común en cultivo, de una hermosa elegancia. Es una especie vivaz, cultivada como anual en nuestros climas, ya que es sensible al frío. Luce flores de color crema a blanco con un centro púrpura oscuro, casi negro, sobre un follaje verde oscuro que las realza. Las vainas que contienen sus semillas tienen forma de farol de papel. Cada flor dura solo un día y a menudo solo florece cuando brilla el sol, pero es una planta de crecimiento rápido con una floración prolífica durante todo el verano hasta las primeras heladas.

El Hibiscus trionum pertenece a la familia de las malváceas. También conocida como Flora de una hora o Flor de una hora, es una herbácea anual (a veces bienal), originaria del este de la cuenca mediterránea, pero que se ha dispersado por el sur de Europa y América, en zonas subtropicales, así como en climas templados suaves. Esta planta muy ornamental y prolífica incluso se considera invasiva en el continente australiano. Forma una mata redondeada, generalmente de 50 cm de altura, que puede alcanzar los 80 cm. El tallo se ramifica desde la base. Las hojas son simples, alternas y alargadas, de color verde oscuro, palmeadas y divididas en 3 a 7 lóbulos. La planta muestra un crecimiento rápido tan pronto como hay suficiente calor y produce múltiples botones de flores muy singulares, hinchados como globos y con finas crestas en el extremo oscuro. Se abren en una hermosa flor plana de 6 a 7 cm de ancho, con 5 pétalos libres y regulares, de color amarillo claro a blanco en la base oscura. Esta hermosa corola muestra en efecto una garganta roja oscura a violácea, de la que emerge la columna estaminal. Las semillas, producidas en gran cantidad, son en forma de riñón. Garantizan la perennidad de la especie y se siembran de forma bastante espontánea si el clima lo permite.

El Hibiscus trionum prefiere suelos ligeros, fértiles, frescos pero bien drenados y una exposición cálida. Produce flores de junio a octubre, pero solo por unas horas. Es fácil de cultivar y es perfecto en un borde soleado, o como elemento principal en una maceta de terraza. Dales el protagonismo durante una temporada, o combínalos en un macizo con lirios de día, ásteres y salvias, frente a rosales botánicos o buddleias.