Hortensia macrophylla Nachtigall - Hydrangea

La hortensia o Hydrangea macrophylla Natchigall, con grandes inflorescencias planas, es sin duda una de las más azules. Sus flores pueden adquirir un tono violeta púrpura en suelo ácido, mientras que permanecerán rosadas oscuro casi rojo en suelo neutro. Esta variedad de tamaño mediano forma tallos sólidos en un arbusto de porte compacto, adquiriendo hermosos colores en otoño. Su generosa floración dura todo el verano. Es perfecto para dar color al jardín, y para la elaboración de ramos frescos o secos. Se cultiva en macizos sombreados, en tierra fresca y no calcárea.

El Hydrangea macrophylla Natchigall es uno de los numerosos híbridos obtenidos por el cruce de la especie H. macrophylla y H. aspera, entre otros. Todas estas plantas muy resistentes pertenecen a la familia de las Hydrangeaceae, originarias de China y Japón. Este arbusto muestra un porte compacto, tan ancho como alto, de 1.50 m en todas direcciones, a los 10 años. De julio a octubre, estas pequeñas flores fértiles y estériles, con un dimorfismo sorprendente, forman inflorescencias planas de 15 a 20 cm de diámetro. Están compuestas por un ramillete central de floretes fértiles minúsculos, primero verdes, luego blancos, y luego azulados hasta el ultramar, rodeados por una corona de grandes floretes estériles donde se mezclan el azul intenso y el violeta. En suelo neutro o pobre en aluminio, adquiere tonalidades de rosa a rojo, cambiantes, todas igualmente hermosas. Las flores se marchitan con una textura similar a la del papel, en tonos desvaídos que combinan perfectamente con el follaje otoñal. La floración se acompaña de un follaje verde medio, caduco. Las hojas son opuestas, alcanzan al menos diez centímetros de longitud. Son simples, ovales a elípticas, terminadas en un extremo afilado, dentadas en sierra. Las hortensias pueden vivir al menos 50 años.

La Hortensia Natchigall posee una buena rusticidad y se viste con un tono único e intenso, ideal para alegrar el lado norte de la casa. Se sentirá bien en una exposición este u oeste no abrasadora, tanto en macizos como en setos. Esta variedad es particularmente adecuada para el cultivo en terreno abierto, ya sea para crear un telón de fondo frente a macizos de plantas vivaces, o cerca de la terraza o incluso cerca de la entrada. Todas las hortensias pueden ser cultivadas en macetas grandes. Aunque temen la caliza, no son plantas de tierra de brezo en el sentido estricto. Sin embargo, el color de las flores depende a menudo del tipo de suelo, convirtiendo las flores en escenarios de magníficas confrontaciones de colores. Combínelas con fucsias magellanica, impatiens anuales, o plante bulbos de floración primaveral delante de su silueta redonda. Disfrute durante mucho tiempo de su espléndida floración en el jardín o en casa.

Nota: El color de las flores de las hortensias macrophylla varía según el pH del suelo. Las variedades tradicionalmente azules se vuelven rosadas en suelos neutros o alcalinos. Para conservar un hermoso color azul, mezcle tierra de brezo o turba rubia con su tierra de jardín y haga una aportación, cada primavera, de sulfato de aluminio (la pizarra lo contiene) o de piedra de alumbre.