Leycesteria formosa - Madreselva del Himalaya

El Leycesteria formosa, también conocido como árbol del faisán, es un arbusto ornamental de crecimiento vertical y tupido y con una floración abundante. De julio a octubre, seduce con sus pequeñas flores blancas llevadas por largas brácteas en espiga rojo púrpura muy decorativas. Más tarde, las flores son reemplazadas por bayas moradas jugosas que son un festín para los pájaros. Su follaje verde azulado, semipersistente, adquiere hermosos tonos amarillo anaranjado en otoño. ¡Perfecto en seto florido, en el corazón de un macizo de arbustos o incluso aislado!

El Leycesteria, también conocido como árbol del faisán o Madreselva del Himalaya, es un arbusto de la familia de las Caprifoliáceas. Originario de Asia, debe su nombre a William Leycester, un magistrado inglés apasionado por la botánica... ¡y su apodo, como se puede imaginar, a su gran popularidad entre los faisanes! Forma un arbusto de tamaño mediano, con un porte erguido y frondoso. Sus ramas verdes rígidas, huecas, y ligeramente arqueadas en la madurez, le dan una apariencia atractiva, incluso en invierno cuando carecen de hojas. Tiene un crecimiento rápido, alcanzando 2 m de altura por aproximadamente 1,5 m de ancho en su madurez. La floración tiene lugar a finales de verano/principios de otoño. El arbusto se cubre de pequeñas flores blancas rodeadas de brácteas de un rojo púrpura intenso y rico, dándole al arbusto un aire algo exótico. Sus hojas ovales son un maravilloso contraste con su hermoso color verde azulado, que se vuelve amarillo anaranjado en otoño. Sus frutos morados son esféricos, brillantes, aparecen después de la floración, de agosto a noviembre. A menudo, los racimos se cubren simultáneamente de bayas en su base y flores en su extremo.

El Leycesteria se desarrolla bien a la media sombra o al sol no abrasador, en todo tipo de suelos (preferiblemente fértiles y bien drenados); resistente, soporta bien las enfermedades, la contaminación y las condiciones costeras. La poda no es obligatoria, pero una poda corta de las ramas a finales de invierno permitirá que su Leycesteria rebrote con más fuerza (las flores aparecen en la madera del año). ¡Atención! Las bayas, aunque apetitosas, son bastante indigestas... ¡mejor dejarlas a los pájaros! Se combinará perfectamente con plantas de follaje violeta, como el Agracejo japonés 'Harlequin' o el Prunier des sables. Encontrará su lugar en un seto florido, en el corazón de un macizo de arbustos o incluso aislado junto a rosales arbustivos blancos o rosa y Naranjo de Méjico. También es posible su cultivo en maceta, pero recuerde protegerlo en invierno, ya que será más vulnerable que en suelo abierto.