Magnolia soulangeana Frank's masterpiece

El Magnolio 'Obra maestra de Frank' prefiere situaciones resguardadas, exposiciones soleadas a semisombra, un suelo fresco, incluso húmedo, bien drenado, rico y húmedo, profundo, neutro a ácido. Tolera bien los suelos arcillosos y ligeramente calcáreos, no encharcados. Sin embargo, no tolera el exceso de caliza, suelos pobres y secos, ni lugares ventosos. Goza de una buena rusticidad, aunque es indispensable proteger del hielo a los sujetos jóvenes durante los primeros años después de la plantación. Es importante tener en cuenta que las heladas tardías y el viento frío pueden dañar los botones florales y las hojas jóvenes, perjudicando así la floración. La plantación del Magnolio se puede realizar en primavera u otoño, fuera del periodo de heladas, procurando ubicarlo protegido de los vientos fríos. Se debe preparar un hoyo de 80 cm de lado por igual profundidad con una buena cantidad de tierra de brezo y compost. Hay que actuar con cuidado al colocarlo en el hoyo para no romper las raíces, que son carnosas pero bastante frágiles. Un riego inmediato con agua no calcárea (agua de lluvia) permite compactar la tierra alrededor de las raíces. Durante el primer año de plantación, el Magnolio necesita un riego por semana. Apreciará una enmienda anual en primavera. Para una plantación en suelo calcáreo, se deberá reemplazar la tierra por turba, corteza de pino, tierra de hoja y tierra de brezo. Para una mejor recuperación de su árbol, no elegir plantas de tamaño demasiado grande (1,50 m es una buena dimensión). Puede ser necesario tutorar si el árbol es de gran tamaño. Regar abundantemente los primeros años. Al no gustarle la sequía prolongada, el suelo debe permanecer algo húmedo (pero no encharcado) todo el verano. Se recomienda mulchear la base para mantener la frescura durante la temporada cálida, enriquecer la tierra y protegerlo del frío en invierno. Durante los primeros años, se puede podar después de la floración para dar forma a su silueta. El crecimiento de este árbol es lento en los primeros años tras la plantación. Estará bien establecido después de 4 a 5 años, acelerando su crecimiento y ya no será necesario podar, excepto para eliminar la madera muerta y equilibrar su porte. Dado que sus raíces son frágiles, se debe evitar trasplantarlo. Los únicos enemigos del Magnolio son los parásitos como las cochinillas, los caracoles y las babosas que atacan a los plantones jóvenes, y enfermedades fúngicas como la pudrición de raíces (en suelos demasiado encharcados), la enfermedad del coral y la Pestalozzia.