Malus sylvestris - Manzano silvestre

El Malus sylvestris o Manzano silvestre es una especie botánica indígena que a veces se encuentra en nuestros bosques de hoja caduca o en el borde del bosque. Este pequeño árbol forma una corona oval a redondeada, bastante irregular, que se ensancha y amplía con la edad. La primavera lo viste con una encantadora floración, rosa pálido al abrirse, volviéndose blanco puro. A las flores les suceden pequeñas manzanas amarillo verdosas con reflejos rojos que persistirán mucho tiempo en las ramas. Este pequeño árbol es bastante resistente a enfermedades e insectos, se sentirá en su lugar en un jardín de inspiración natural o silvestre, incluso si es pequeño. También será interesante en un huerto como polinizador, gracias a su larga temporada de floración.

El manzano silvestre, al igual que otras especies botánicas del género Malus, pertenece a la familia de las rosáceas. Crece de forma natural en Europa, en bosques de hoja caduca, setos o en el borde del bosque. Resistente, adaptable y fácil de cultivar, se conforma con un suelo ordinario pero prefiere tierras francas, profundas, sueltas y frescas, así como exposiciones soleadas. Una vez establecido, soporta perfectamente ser olvidado. Este pequeño árbol muestra una forma generalmente redondeada a oval, bastante irregular. A veces se desarrolla tanto en anchura como en altura. Generalmente alcanza entre 5 y 9 m de altura con una envergadura de entre 4 y 7 m. Sus ramas, a veces cubiertas de espinas, pueden tomar una forma retorcida con la edad. La madera flexible se adorna con una corteza lisa de color gris-marrón, que se pela en pequeñas placas.

La floración tiene lugar en mayo, en forma de numerosos botones rosados que se abren en flores simples, de 3,5 a 4 cm de diámetro, de color rosa muy pálido que pronto se vuelven blancas. Estas flores reunidas en pequeños racimos florecen al mismo tiempo que las hojas jóvenes. La floración es seguida por la formación de una multitud de pequeñas manzanas del tamaño de cerezas, de 2 a 3 cm de diámetro. Al madurar a finales de verano, son de color amarillo verdoso, lavado de rojo cuando están expuestas al sol. Su sabor es muy ácido, lo que les vale el nombre de « manzano silvestre ». Muy ricas en pectina, se utilizan (especialmente en países anglosajones) para hacer deliciosas gelatinas. Estas frutas permanecen en el árbol durante la mitad del invierno, hasta diciembre, y constituyen una reserva de alimento valiosa para las aves. Sus hojas son ovales, alternas, con el limbo finamente dentado. Las hojas jóvenes son pubescentes. El follaje verde oscuro brillante es caduco y adquiere tonos cálidos en otoño.

El Malus sylvestris, al igual que los manzanos ornamentales, es un buen polinizador para los manzanos frutales de floración temprana. Gracias a su hermosa floración primaveral y sus bonitas frutas que permanecen mucho tiempo en el árbol en invierno, será decorativo gran parte del año. Encontrará su lugar en un jardín de tamaño mediano a modesto, en un seto libre, acompañando, por ejemplo, a grandes rosales arbustivos o trepadores conducidos como arbustos, a Viburnum persistentes, a lilas. Cuando se dispone de espacio, los manzanos silvestres, plantados en un gran seto en una ladera bordeando un camino empinado, componen un cuadro bastante mágico de la primavera hasta el invierno.