Manzano de flor Evereste

El Malus Perpetu Evereste es un manzano ornamental con frutos decorativos. Su floración magnífica en primavera es seguida por una multitud de pequeños frutos que prolongarán el espectáculo hasta el corazón del invierno. Gracias a su tamaño compacto, encontrará su lugar en un pequeño jardín o en un huerto donde ayudará a polinizar los árboles frutales de floración temprana.

Los manzanos ornamentales provienen de diversas especies botánicas del género Malus pertenecientes a la familia de las rosáceas. Han surgido numerosos cultivares, tanto en Europa como en Estados Unidos, cada vez más atractivos y resistentes a las enfermedades. El Malus Perpetu Evereste proviene de un cruce, incluyendo Malus X Floribonda; fue seleccionado por el INRA de Angers en 1977.

Evereste tiene un porte extendido, semiextendido, pudiendo alcanzar 8m de altura por casi igual de ancho, mientras mantiene una forma armoniosa, por lo que la poda no es obligatoria.

Sus hojas son ovales, alternas; su follaje verde oscuro es caduco y toma tonos cálidos de amarillo y naranja en otoño. La floración en forma de capullos rosados seguidos de flores blancas puras reunidas en una multitud de pequeños ramos tiene lugar en abril y mayo. En otoño aparecen frutos amarillo-anaranjados similares a manzanas pero del tamaño de cerezas (aproximadamente 2,5 cm de diámetro); persisten durante todo el otoño y parte del invierno, siendo muy apreciados por los pájaros. También son muy codiciados, especialmente en países de habla inglesa, para hacer deliciosas mermeladas.

Rústicos, adaptables y fáciles de cultivar, los Manzanos de flor se conforman con un suelo ordinario pero prefieren tierras francas, profundas, sueltas y frescas, así como exposiciones soleadas y protegidas de los vientos dominantes. A la media sombra, su floración será un poco menos espectacular. Una vez establecidos, soportan perfectamente ser olvidados manteniendo su carácter generoso.

En cuanto al mantenimiento, ¡'Evereste' no es exigente! Poseedor del prestigioso "Award of Garden Merit" por la RHS, es un árbol resistente a enfermedades y fácil de mantener.  Su resistencia a la contaminación lo convierte en un árbol ideal para jardines urbanos. La poda se limita a eliminar la madera muerta y equilibrar la ramificación a finales de invierno.

Rodeado de prímulas oficinales o narcisos, Evereste llevará a su jardín un espíritu bucólico. Podrá prolongar este espectáculo primaveral asociándolo con árboles de floración temprana como el magnolio o el cerezo japonés. Encontrará su lugar en un jardín de tamaño pequeño a mediano, en un seto libre, acompañando, por ejemplo, a grandes rosales arbustivos o trepadores conducidos como arbustos, viburnums persistentes, lilas. Cuando se dispone de espacio, los manzanos ornamentales, plantados en un gran seto en una ladera bordeando un camino empotrado, componen un cuadro bastante mágico en primavera y otoño por sus colores a menudo suntuosos al final de la temporada.