Acacia longifolia - Mimosa dorada

El Acacia longifolia es comúnmente llamado Mimosa chenille debido al aspecto de sus flores agrupadas en espigas peludas que recuerdan a suaves e inofensivas orugas amarillas brillantes. Su otro nombre de Mimosa de hojas largas se relaciona con el gran tamaño de sus hojas llamadas filodios. Es un pequeño árbol o arbusto grande con una corona ancha, que florece a finales de invierno o principios de primavera y conserva su follaje todo el año. Muy apreciado en zonas costeras para fijar suelos arenosos y cortar el viento, lucirá maravilloso aislado, en seto o cerca de una terraza. Esta especie es poco exigente en cuanto al suelo, resistente a la salinidad y a la sequía estival, pero sensible al frío. Fuera de nuestras costas mediterráneas o atlánticas, cultivarás la mimosa chenille en una gran maceta que llevarás a un lugar luminoso y sin heladas durante el invierno.

Los mimosas no deben ser confundidos con el árbol que llamamos acacia, que forma parte del género botánico Robinia. Pertenecen a la familia de las fabáceas, al igual que el trébol y los lupinos. El Acacia longifolia es originario del este de Australia, donde se encuentra en la costa o al borde de los cursos de agua, en suelos arenosos o limosos. Esta especie altamente competitiva es considerada invasiva en Var y Alpes-Marítimos, donde tiende a propagarse en las orillas de los cursos de agua, especialmente después de incendios recurrentes que favorecen la germinación de las semillas. Un ejemplar adulto resistirá hasta -8°C en picos. Una vez bien enraizado, la mimosa chenille soporta bien los veranos mediterráneos secos y calurosos.

Este Mimosa de hojas largas desarrolla un tronco corto coronado por una copa más ancha que alta, a menudo irregular, muy densa. Su crecimiento es rápido, alcanza bajo nuestro clima aproximadamente 4,50 m de altura con una envergadura de 5,50 m. Su corteza es de color gris púrpura oscuro, las ramas jóvenes son rojas. Los numerosos botones florales aparecen a finales del verano. La floración en sí misma generalmente ocurre en marzo-abril, dependiendo del clima y las condiciones meteorológicas, dura alrededor de 3 semanas. Los botones florales se abren en pequeñas flores redondas que son racimos de estambres de un amarillo limón brillante reunidos en largas espigas de 10 cm, solitarios o en pares en la axila de las hojas ubicadas hacia el extremo de las ramas. Su perfume es inexistente.

Su follaje, persistente, está compuesto por grandes hojas coriáceas llamadas filodios, de forma oval-lanceolada o incluso lineal, alternas, estrechas y largas de 5 a 20 cm. La lámina es verde oscuro.

La Mimosa chenille, cuando se planta en suelo abierto, puede ser colocada como ejemplar aislado, en seto o en un macizo de arbustos. En un clima favorable, se utiliza a menudo para crear una magnífica pantalla vegetal muy útil para cortar el viento, solo o acompañado de olivillas por ejemplo. Entonces se plantará en segunda fila. Se combina bien con otros arbustos exóticos como el Caesalpinia gilliesii, los ceonotos persistentes, las escalonias o los Grevillea por ejemplo. Para acompañar su floración primaveral temprana, se puede asociar con el Prunus triloba, los membrilleros japoneses o el Teucrium fruticans 'Azureum'. Se puede cultivar en macetas en toda Francia, protegiéndolo de las heladas invernales en un invernadero o una veranda muy poco calefaccionada.