Olearia haastii

El Olearia (x) haastii, también conocido como Aster en árbol, es un arbusto persistente neozelandés lleno de encanto, cuya resistencia al frío insospechada merecería ser aprovechada en muchas de nuestras regiones que experimentan inviernos templados. Es un hermoso arbusto tupido cubierto de pequeñas hojas verdes y brillantes cuya vegetación desaparece casi, en la segunda mitad del verano, bajo una floración masiva, compuesta por una multitud de margaritas blancas y fragantes. Este olearia, perfecto en un pequeño seto cortavientos junto al mar, también se puede plantar en tierra firme, en un macizo arbustivo protegido de los vientos fríos. Para aclimatarlo, es imprescindible ofrecerle un suelo muy bien drenado, ligero, no demasiado calcáreo y ligeramente ácido, y una exposición soleada. También se puede cultivar en maceta, lo que permite protegerlo de las heladas fuertes en nuestras regiones muy frías.

El Olearia (x) haastii es un híbrido natural entre Olearia avicenniifolia y O. moschata. A pesar de sus orígenes, es resistente hasta aproximadamente -15°C en suelo seco, Este arbusto, muy tupido, bastante compacto y redondeado, alcanzará en promedio 1,60 m de altura por 1,30 m de envergadura, y su crecimiento es bastante lento. Pertenece a la familia de las asteráceas, como lo demuestran sus inflorescencias en capítulos que se asemejan a las de los ásteres o las margaritas. Sus ramas angulosas llevan hojas coriáceas, ovales a elípticas, enteras, de 2-3 cm de largo y 1 a 1.2 cm de ancho. El limbo es de color verde oscuro en el haz, brillante, pero el envés es casi blanco. Esta foliatura persiste en invierno. La floración, notablemente abundante, se produce de julio a septiembre según las regiones. Se presenta en forma de racimos llamados corimbos de 5 a 8 cm de diámetro, compuestos por numerosos capítulos pequeños de 8 mm, similares a pequeñas margaritas blancas con centro amarillo pálido. La floración, perfumada, melífera y nectarífera, es visitada por insectos polinizadores. Le sigue la formación de un fruto llamado aquenio, coronado por una aigrette sedosa. La dispersión de las semillas está asegurada por el viento.

El Olearia haastii encontrará naturalmente su lugar en un jardín junto al mar, donde se puede plantar en setos cortavientos, delante de una fila de arbustos más altos como el madroño costero Griselinia littoralis y el Olearia traversii. También se puede asociar con arbustos de floraciones desfasadas como los ceonotos, arbustos de madroño de pequeña talla u otros olearias. Crea también bellos macizos exóticos combinándolo con otros arbustos pequeños persistentes como los Leptospermum (Nanum Tui, Martinii, Silver Sheen), Atriplex halimus, Callistemon, escallonias o incluso artemisas arbustivas. Se adapta perfectamente a los jardines de la fachada oceánica de nuestro país, donde aprecia los suelos arenosos o humíferos, se desarrolla bien en muchos jardines protegidos (en suelos ligeros) y también tolera bastante bien los veranos mediterráneos si recibe riegos ocasionales pero copiosos, y un suelo ligero, sin excesos de caliza..