Ulmus minor Argenteovariegata - Olmo

El Ulmus minor Argenteovariegata es una variedad abigarrada del Olmo común, árbol autóctono que solía ser muy común en nuestras zonas rurales. Forma magníficos ejemplares de gran tamaño, con un follaje muy luminoso. Las hojas de pequeñas dimensiones están irregularmente moteadas de blanco, algunas pueden permanecer verdes mientras que otras son casi completamente blancas crema. Apreciado por la sombra que proporciona en verano, útil para la pequeña fauna del jardín, este Olmo también ofrece hermosos colores en otoño. Perfectamente adaptado a nuestros climas, muy resistente, se adapta a una amplia gama de suelos neutros a básicos incluidos los pesados, calizos y bastante secos, este árbol está reservado para los grandes jardines.

El Ulmus minor (sin. Ulmus campestris) es originario de una amplia zona que abarca Europa, Asia Menor y el norte de África. Pertenece a la familia de las Ulmáceas, al igual que el Almez (Celtis) y el falso Olmo de Siberia (Zelkova). En la actualidad, el Olmo común todavía se encuentra aquí y allá, en forma de arbustos, regularmente recortados por la enfermedad. Algunos pocos individuos parecen escapar a la enfermedad, y la especie también subsiste en forma de bonitas variedades hortícolas de desarrollo reducido.

Argenteovariegata es una variedad hortícola muy antigua seleccionada en Francia hacia 1772. Presenta prácticamente el mismo desarrollo que la especie botánica tipo, con un porte generalmente erguido y una corona muy amplia. Las dimensiones en la madurez son ligeramente inferiores a las de la especie salvaje, sin embargo, esta variedad puede alcanzar los 25 a 26 m de altura por 14 a 15 m de envergadura. Bastante estrecho y a veces un poco desgarbado en su juventud, luego se redondea para adquirir una silueta generalmente bien equilibrada. La corteza que cubre el tronco y las ramas, inicialmente lisa, se agrieta con el tiempo y ocasionalmente desarrolla algunas agallas vegetales de corcho. El follaje recuerda al del avellano y del aliso, pero en este árbol, la lámina foliar es curiosamente asimétrica en la base, a nivel del pecíolo. Las hojas, que miden de 5 a 8 cm de largo, son de forma elíptica a redondeada y con el extremo puntiagudo. Su superficie es rugosa al tacto, y tienen finamente dentadas en el borde. En esta variedad, el verde franco clásico de la especie está ampliamente salpicado de blanco crema, algunas hojas incluso conservan solo algunos puntos verdes. Por el contrario, algunas ramas pueden permanecer completamente verdes, se recomienda eliminarlas para dejar que resalte la variegación. El follaje caduco antes de caer adquiere hermosos colores amarillo dorado en otoño. El árbol produce una floración discreta en marzo-abril, antes de la aparición de las hojas, los racimos de pequeñas flores rojas se desarrollan en las ramas de dos años. A las flores les suceden, en los pies femeninos y en presencia de sujetos masculinos, frutos alados bicolores, rojo claro en el centro y verde-amarillo tilo en el borde.
Creciendo en suelos neutros a calizos, este árbol aprecia cierta frescura, pero puede soportar terrenos más secos una vez que se ha establecido. Le conviene una exposición soleada y también puede ser colocado en el borde de grandes árboles.

Este Olmo Argenteovariegata está reservado para grandes terrenos y parques debido a su importante desarrollo. Se realzará en presencia de árboles de follaje morado, como el Acer platanoides Crimson King, un gran Arce plátano con una vegetación abundante casi negra que contrastará con la variegación clara del Olmo. Otro gran clásico, el Haya roja (Fagus sylvatica Atropurpurea) con un follaje lustroso también causará un gran impacto junto al Olmo variegado. Y para alegrar la escena con magníficas floraciones, plante un Malus Royalty, un hermoso Manzano de flor con flores rojo rubí en primavera, y cuyo follaje, púrpura en temporada, se vuelve rojo en otoño, creando así una escena llena de brillo a los pies del Olmo.

Para recordar, el Ulmus minor, el Olmo común, a veces llamado Olmo menor o también Olmo silvestre, era un gran y hermoso árbol caducifolio emblemático de todos nuestros paisajes, antes de que una temible epidemia de grafiosis viniera a diezmar los grandes ejemplares en la década de 1970. Hoy en día, subsiste en algunos parques y jardines donde es capaz de alcanzar una edad venerable. Lo mismo ocurre con la variedad Argenteovariegata, de la cual se ha registrado un ejemplar notable en la ciudad de Houten, en los Países Bajos. Plantado en 1916, mide aproximadamente 26 m de altura y su tronco a 1,30 m de altura mide más de un metro de diámetro.