Pittosporum heterophyllum

El Pittosporum heterophyllum es un olivo en tallo chino, que se asemeja bastante a su primo el Pittosporum tobira, ampliamente plantado en un seto en nuestras costas mediterráneas y atlánticas. Aunque mucho menos utilizado que este último, ofrece una floración primaveral aún más perfumada y un follaje persistente más estrecho y elegante que el de su primo. La resistencia a la sequía y al frío de estas dos especies es comparable, y aprecian las mismas condiciones de cultivo. Muy útil en un jardín seco o a orillas del mar, este olivo en tallo tolera bien la poda, incluso severa, y muestra tolerancia hacia la naturaleza del suelo. Se puede incorporar en un seto libre, cultivarlo en maceta o en topiario. ¡Su perfume embalsamará en primavera toda una zona del jardín! 

El Pittosporum heterophyllum a veces se asimila al Pittosporum truncatum, cuyas hojas, a diferencia de las suyas, a menudo tienen el extremo doblado. Este arbusto de la familia de las pittosporáceas es originario de las regiones secas del oeste de China.  Más bien columnar en sus primeros años, con el tiempo forma un arbusto denso y redondeado de 2 a 3m en todos los sentidos. Sus ramas de color grisáceo llevan hojas perennes de un verde claro y vivo con el reverso más claro. Son alternas, enteras, alargadas, gruesas, coriáceas, con los bordes ligeramente ondulados. Tienen un tamaño mediano, alcanzando de 3 a 8 cm de longitud por 1.5 a 2.5 cm de ancho. La floración ocurre a finales de primavera o principios de verano. Las pequeñas flores de 5 a 6 mm de diámetro, en forma de copa de un amarillo pálido, desprenden un perfume suave que recuerda a la flor de naranjo, lo que sin duda le valió a este arbusto su nombre de Naranjo de China. Están agrupadas en umbelas que aparecen en el extremo de las ramas pero también en la axila de las hojas y son seguidas en otoño por la formación de algunos frutos redondos que se abren en semillas rojo-anaranjadas recubiertas de una sustancia pegajosa y aromática como resina. El nombre Pittosporum proviene del griego pitta, resina, y sporos, semilla.

Rústico hasta -10°C en suelo bien drenado, el Pittosporum heterophyllum requiere un suelo no demasiado húmedo en invierno, ligero, una situación cálida, soleada o incluso sombreada en clima cálido, y protegida de vientos fríos y secos. Tolera bien las salpicaduras de agua marina, lo que permite usarlo sin reservas en un seto libre, en un jardín a orillas del mar. También se puede plantar en un gran talud o al fondo de un macizo. Acompáñalo de Pistacia lentiscus, de Olearia, Mytus, laureles-tin, de escalonias o combínalo con los follajes plateados del Atriplex halimus o panaché del Fotinia Pink Marble. Un poco más lejos del mar, también acompañará a los laureles rosas, a los Elaeagnus, al Cytisus battandieri o incluso al olivo de Bohemia (Elaeagnus angustifolia). En regiones frías, se puede plantar en maceta en una terraza para disfrutar de su divino perfume y su encanto mediterráneo.