Quercus rubra Aurea - Roble americano

El Quercus rubra Aurea es una variedad de roble rojo de América con follaje dorado. Forma un árbol semi caduco de dimensiones más reducidas que la especie tipo con un crecimiento bastante lento. Alcanza aproximadamente 15 m de altura en la madurez. Sus grandes hojas brotan en primavera con un color dorado brillante antes de tornarse verde-amarillento en verano. En otoño, se tiñen de rojo anaranjado a rojo escarlata. Esta variedad aprecia una exposición bien soleada que realza su color dorado. Como roble rojo, es sensible a la presencia de caliza en el suelo, por lo que debe plantarse en un suelo neutro a ácido. Tolera la contaminación urbana.

El Quercus rubra pertenece a la familia de las fagáceas. Originario del este de América del Norte, fue introducido en Europa ya en 1724 para repoblar los bosques, ya que su crecimiento excepcional (entre 20 y 30 metros de altura en la madurez) lo hacía en esa época más atractivo que el roble europeo. Este ejemplar vegetal no debe, sin embargo, desviarnos de su belleza clásica. Presenta de hecho una porte piramidal simétrica, un tronco recto, una copa fuertemente desarrollada y ramas masivas erguidas que están cubiertas de grandes hojas que miden entre 12 y 22 cm de largo. Además, ofrece un espectáculo cromático inédito que armoniza con tonos cálidos (rojo carmesí: follaje otoñal, marrón-rojizo: madera de las ramas, bellotas y pequeñas flores femeninas en abril-mayo) y tonos apagados (gris ratón: corteza).

Aurea se distingue del tipo por un magnífico color dorado en primavera, un desarrollo más modesto y un crecimiento lento. Alcanza los 15 m de altura en la madurez con una anchura de 10 m. Sus grandes hojas brotan en primavera en amarillo dorado antes de tornarse verde-amarillento en verano y luego en rojo carmesí en otoño. Su corona oval extendida se redondea posteriormente. Su corteza gris permanece lisa durante mucho tiempo.

Con una gran rusticidad, al menos hasta -40°C, el roble rojo de América Aurea prospera en cualquier tipo de suelo, incluso arcilloso, siempre que sea profundo. No aprecia un suelo calcáreo, sino más bien neutro a ácido. Resiste la sequía y su follaje dorado es aún más vibrante si se expone al sol. Crece mejor protegido de fuertes vientos. Plante este árbol de carácter de forma aislada o combínelo con otros de hoja caduca (arce, fresno, tilo), y con arbustos floridos de pequeño tamaño y perennes de sotobosque bucólico. Recomendamos los arbustos y perennes de tierra de brezo como los Camelias, Azaleas de China, Andrómedas, Dafnes, Kalmias, Hortensias, Kirengeshoma palmata o Digitalis.