Calopsis paniculata

El Calopsis paniculata (sinónimo Restio paniculatus) es una de las más espectaculares dentro de este grupo de magníficas vivaces australes con apariencia de gramíneas, cañas o bambúes llamadas Restio. Esta forma un macollamiento que supera fácilmente la altura de un hombre, persistente en invierno. Está compuesta por tallos en los cuales el follaje es reemplazado por una multitud de ramas muy finas, otorgando a la planta un aspecto increíblemente plumoso. Denso, flexible, aéreo, de un verde intenso, se adorna en verano con finas inflorescencias blanco crema que se tornan marrones al madurar. Extremadamente decorativa, original, esta planta tiene su lugar en un jardín silvestre o de estilo contemporáneo, en clima suave. ¡También es magnífica en una maceta grande en la terraza o el balcón!

El Calopsis paniculata es una planta de la familia de las Restionáceas. Se trata de una especie botánica sudafricana, cuya rusticidad no supera los -8 a -9°C en punta para una planta adulta. En su país de origen, se encuentra en lugares húmedos, pantanosos, cerca de cursos de agua, en suelos limosos y frescos, incluso encharcados. Bajo nuestros climas más fríos, esta planta prefiere sin embargo los suelos drenados, ya que su cepa teme las tierras empapadas de agua congelada en invierno.

Esta gran vivaz herbácea forma un macollamiento de tallos emergiendo de la cepa, ensanchándose hacia arriba. Alcanzará aproximadamente 2 m de altura por 1 m de diámetro en la base, 2 m para la corona en terreno abierto bajo nuestros climas favorables. La planta desarrolla tallos o cañas flexibles pero robustas, en los que se dibujan nudos marrones, como en las cañas de bambú. A lo largo de estos tallos, a intervalos regulares, a nivel de los nudos, se implantan una especie de ramos de ramas, plumosos, reunidos en verticilos densos. Los tallos carecen de hojas verdaderas. En el extremo de cada rama aparecen inflorescencias claras. Esta planta es dioica, es decir, existen pies machos y pies hembras, con flores más espectaculares. La floración tiene lugar en junio-julio según el clima, en forma de largos y finos espigas de color blanco crema en las hembras, amarillo-verde pálido en los machos, seguidas por la formación de cápsulas marrones en las hembras. En teoría persistente, la vegetación será destruida por el hielo, pero una planta bien establecida rebrotará de la cepa en primavera.

El Calopsis paniculata posee una silueta agradablemente exótica, en penacho de grandes plumas de un verde muy vivo, que no puede dejar indiferente a quien la haya visto en su estado natural. En el jardín, en clima favorable, se instalará al borde de un camino, al fondo de un macizo o en las orillas de puntos de agua cuyo suelo húmedo aprecia. También se puede utilizar de manera muy decorativa en la terraza, para resguardar en clima frío. En terreno abierto o en maceta, su asociación con los sorprendentes Boronia, bambúes o Nandina, los Dierama, Callistemon o incluso un Gomphostigma virgatum siempre es exitosa. Sus flores son bonitas en ramos secos.