Azalea japonica Melle

La Azalea japonesa Melle es una variedad rara en cultivo, pero espectacular a finales de primavera cuando su vegetación desaparece bajo una multitud de flores dobles muy bonitas, en rosa y blanco. Este arbusto de tierra de brezo, con un bonito follaje persistente, animará durante todo el año las rocallas sombreadas, la terraza o el espacio dejado libre bajo los grandes rododendros.

El Rododendro Melle, clasificado en el Grupo Kurume, es una obtención hortícola belga raramente ofrecida en Francia. Se trata de una mutación natural del Rododendro 'Rosa' descubierta en Oostakker, Bélgica. Es un híbrido persistente de buena vigorosidad pero de crecimiento lento, que se comporta bien en nuestros climas templados frescos y húmedos, con estaciones marcadas. Esta variedad Melle se dice que resiste a heladas del orden de -12/-15°C. Según la información contenida en la patente, este cultivar muestra una excelente tolerancia al calor y a la sequía.

'Melle' es una variedad bien ramificada, de porte denso, que se ensancha ligeramente con la edad. Alcanza aproximadamente 1 m de altura por 1.40 m de diámetro a los 10 años. A la larga, en condiciones óptimas, el arbusto puede alcanzar o superar los 2 m en todas direcciones. Su floración tiene lugar al final de la temporada de las azaleas japonesas, generalmente en el mes de junio, durante unas 3 semanas aproximadamente. Las flores tienen dos hileras de pétalos bastante delgados, cuya zona central es de color rosa oscuro mezclado con rosa más claro, mientras que su borde fino es blanco. La garganta está moteada de rosa vivo. Tienen forma de embudo y están reunidas en racimos terminales de algunas unidades. El follaje, persistente en invierno, está compuesto por hojas pequeñas simples, elípticas, de borde entero, dispuestas de forma alterna en las ramas. Las hojas jóvenes son de color verde claro, se vuelven verde oscuro en verano, adquieren reflejos anaranjados en otoño y son verdes oscuro en invierno. Cada una tiene una duración de 3 años. Los rododendros desarrollan un sistema radicular poco profundo al que nunca debe faltarle la frescura, pero teme la humedad estancada que lo asfixia.