Rhododendron campylogynum Lilly Bell

Plantea el Rhododendron campylogynum Lilly Bell en una exposición de media sombra o sol, protegido de los vientos fríos y secos, en un suelo húmedo y ligero, con tendencia ácida (pH entre 4,5 y 6). El suelo nunca debe secarse, pero tampoco estar encharcado. Esta variedad detesta el calor extremo y los ambientes secos, es una planta de clima húmedo y fresco. Como todas las plantas de tierra de brezo, no tolera los suelos calizos, ni la sequía, ni el calor intenso, ni los suelos pesados y encharcados en invierno. Si el suelo se mantiene fresco en verano, este rododendro también resistirá una exposición al sol no ardiente.

Cava un hoyo con un volumen tres veces mayor que la maceta. Remoja la masa de raíces en agua (no calcárea) y planta el arbusto a nivel del collar, en una mezcla compuesta por 1/4 de turba, compost de hojas, grava o pozzolana y tierra franca. Riega abundantemente y mantén el suelo fresco en verano. Las Azaleas y los Rododendros tienen un sistema radicular poco extenso. Por lo tanto, temen las largas épocas de sequía. Es por eso que se recomienda un suelo enriquecido con humus y riegos abundantes durante los períodos secos. Además, este sistema radicular no es muy resistente, por lo que es indispensable aligerar los suelos pesados con materiales drenantes (grava, pozzolana, bolas de arcilla) al plantar. Coloca una capa de corteza de pino triturada al pie del arbusto cada primavera para mantener la frescura del suelo y conservar un pH ácido.

El mantenimiento se reduce a cortar las flores marchitas en verano. Las Azaleas y los Rododendros a veces pueden ser atacados por gorgojos que se alimentan del borde de las hojas y las raicillas, así como por el famoso "tigre del rododendro" que rara vez causa daños graves. Hoy en día existen soluciones biológicas efectivas contra los gorgojos. El amarillamiento de las hojas (clorosis) en el Rododendro indica una mala asimilación del hierro en el suelo y provoca la muerte prematura de la planta. Si el calcáreo (del suelo o del agua de riego) suele ser la causa, un suelo mal drenado o una masa de raíces plantada profundamente también pueden explicar el fenómeno.