Rhododendron vireya Saxon blush

El Rhododendron vireya 'Saxon Blush' es una espléndida variedad de origen tropical con un porte particularmente compacto. Este arbusto casi enano tiene un follaje persistente de color verde oscuro, muy denso y ornamental durante todo el año. Florece de manera repetida durante un período muy largo, cubriendo el otoño y el invierno y a veces incluso volviendo a florecer en verano. Se adorna entonces con una multitud de pequeñas flores en forma de trompeta de color rosa salmón, desprendiendo un encanto romántico innegable. Poco resistente al frío, debe ser cultivado en maceta, lo que sus reducidas dimensiones permiten fácilmente, para ser resguardado del invierno y las heladas.

Los Rododendros son miembros de la familia de las Ericáceas, que incluye alrededor de cien géneros, como los clásicos Madroños o Brezos, y que también alberga algunas bellezas menos conocidas, como el Oxydendron arboreum, o Andrómeda arbórea. Con 850 especies, el género Rhododendron incluye tanto arbustos como árboles que pueden alcanzar los 15 metros de altura. Esta diversidad justifica una clasificación botánica bastante precisa, organizada en torno a subgéneros, secciones y subsecciones. Así, junto a los Rododendros rústicos de nuestros jardines (que incluyen también a las Azaleas, denominación puramente hortícola), la sección Vireya cuenta con no menos de 300 especies tropicales. Creciendo desde Malasia hasta Filipinas, e desde Indonesia hasta Papúa Nueva Guinea, estas plantas suelen ser epífitas (desarrollándose en los árboles al igual que muchas orquídeas tropicales) y tienden a florecer prácticamente durante todo el año.
'Saxon Blush' es una variedad de esta sección, semi-epífita y que puede ser cultivada en tierra. Proviene del trabajo de selección de Oswald Blumhardt en Nueva Zelanda, quien la obtuvo cruzando la variedad 'Hot Tropic', un híbrido de flores bicolores rojas y amarillas, con el Rododendro saxifragoides. Esta última especie es muy original, ya que es terrestre y no epífita, desarrollando una larga raíz pivotante capaz de infiltrarse en las grietas de las rocas donde crece. Formando un tapiz de cobertura de 15 cm de altura, con hojas muy pequeñas (3,5 x 0,7 cm), y sobresalido por pequeñas flores rojas de 3,5 cm de diámetro, sostenidas por largos pedicelos (hasta 9 cm). Endémica de Nueva Guinea (en el hemisferio sur), esta planta alpina crece en altitudes elevadas (de 3200 a 4000 m) y florece entre agosto y diciembre.
Con tal herencia, no es sorprendente que 'Saxon Blush' se distinga de otros Vireya. Forma así un arbusto más compacto, que no supera los 40 a 50 cm de altura y ancho, después de un crecimiento bastante lento. Su porte es bastante regular, dando una esfera equilibrada de gran presencia. El follaje de un verde oscuro brillante, está compuesto por pequeñas hojas elípticas de 3-4 cm de longitud, muy cercanas entre sí debido a entrenudos particularmente cortos. Así, constituye un cojín de vegetación muy denso y realmente estético, cuyo verde oscuro realza la floración clara. Esta florece de forma repetida durante el otoño y el invierno y a veces incluso en verano, permitiendo así formar una maceta con flores extremadamente atractiva durante gran parte del año. Las flores en racimos de 5 a 8 unidades tienen forma de trompeta, con la base tubular formada por los pétalos fusionados en el lado del pedúnculo, característica morfológica de las Ericáceas (se habla de flores gamopétalas). El extremo de la corola se abre luego en pétalos redondeados, de un hermoso rosa salmón, ligeramente más oscuro en el borde de los pétalos y más claro en el interior de la garganta, así como en su cara exterior. Un ramillete de estambres con anteras rojo oscuro emerge del corazón de la flor, creando así un bonito contraste. Muy numerosas, las flores más largas que las hojas están perfectamente en armonía con el verde oscuro de estas.

Los Rhododendron vireya son plantas tropicales y aunque 'Saxon Blush' tolera ligeras heladas, es preferible evitarle esta prueba cultivándolo en una maceta para llevarlo a un lugar luminoso y libre de heladas al acercarse el invierno. Esto permitirá al mismo tiempo garantizarle un sustrato ácido, a la vez retentivo y drenante para satisfacer sus necesidades. En la temporada cálida, coloque la maceta en la sombra ligera de plantas más altas para evitarle los rayos solares demasiado intensos, al mismo tiempo que se beneficia de cierta humedad (debido a la evapotranspiración de otras plantas). Puede crear un entorno exótico acompañándolo de plantas de invernadero, como el Kumquat 'Fukushu', que le gratificará con su floración perfumada en verano y sus pequeños frutos ovales en invierno, cuyo color naranja resalta sobre el verde oscuro del follaje. Además, son comestibles y se consumen en su totalidad. Para reforzar el ambiente tropical de su escena, opte por el Phoenix roebelinii, o Palmera datilera, una palmera enana con palmas flexibles muy finamente cortadas y notablemente decorativas.