Rhododendron yakushimanum Koichiro Wada

El Rododendro yakushimanum Koichiro Wada es una variedad antigua excepcional, muy apreciada por los aficionados a los "rhodos yak" o los híbridos de yakushimanum. Forma un pequeño arbusto compacto y redondeado, con una floración y follaje muy ornamentales. Sus jóvenes hojas elípticas están cubiertas de una pelusa plateada antes de volverse verde oscuro, mientras que el envés de las hojas también está cubierto de una pelusa de tono marrón. Su floración en el mes de mayo recuerda a la floración de los manzanos: los botones de flores rosas se abren en campanillas blancas con tonos rosados pálidos. Este rododendro encantador y resistente ha recibido un Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society en Inglaterra. Es perfecto para adornar con sus flores luminosas un pequeño espacio sombreado en el jardín, en macizos, en bordes o en macetas.

Los Rododendros son plantas de la familia de las Ericáceas, al igual que los brezos, que prefieren en su inmensa mayoría suelos sin cal, con tendencia ácida y climas húmedos. El Rododendro yakushimanum Koichiro Wada fue importado por L. de Rothschild en 1934 de K. Wada en Japón. Forma un arbusto denso, de porte redondeado de aproximadamente 80 cm de altura por 1 m de ancho a los 10 años. Su crecimiento es más bien lento. Sus pequeñas hojas persistentes y coriáceas de un verde oscuro brillante son de forma elíptica y cubren bien la planta. Tienen un envés muy peludo, de color marrón rojizo. El haz de las hojas jóvenes está cubierto de una pelusa plateada. La floración tiene lugar en mayo. Agrupados en corimbos, los botones florales rosados se abren en grandes flores de 10 cm de ancho, en campanillas blancas y blancas lavadas de rosa tenue.

Como todos los híbridos de yakushimanum, el Rododendro Koichiro Wada es bastante rústico hasta -15°C e incluso -20°C. Aunque prefieren una exposición a media sombra, estos híbridos toleran el sol siempre que no sea abrasador (sol de la mañana) y que sus raíces se mantengan frescas. Koichiro Wada, con su floración abundante y clara, viste fácilmente un pequeño espacio algo sombreado del jardín, acompañado de Helechos, 'hostas azules o abigarrados, de Andrómedas, Azaleas y Arces japoneses, o de otros rododendros del mismo grupo para formar magníficos patchworks de texturas y colores en primavera. En tonos de blanco y rosa, también piense en el Kalmia latifolia. El cultivo en maceta requiere riegos frecuentes, con agua no calcárea y aportes de fertilizante específico para plantas de suelo ácido.