Rhododendron yakushimanum Polaris

El Rhododendron yakushimanum Polaris es un híbrido de porte compacto galardonado con un Award of Garden Merit por la Royal Horticultural Society en Inglaterra. Sus botones florales rojo carmín se abren en mayo en campanillas rosa-violáceas, con bordes oscuros y rosa más claro hacia el centro. Generoso, florece abundantemente desde temprana edad en un arbusto de porte redondeado y tamaño pequeño, cubierto de hojas pequeñas verde oscuro brillantes. Un arbusto luminoso, perfecto para vestir fácilmente un pequeño espacio sombreado del jardín, en un macizo de tierra de brezo, en bordillos y en maceta.

Los Rododendros son plantas de la familia de las Ericáceas, al igual que los brezos, que prefieren en su inmensa mayoría suelos sin cal, con tendencia ácida y climas húmedos. El Rhododendron yakushimanum Polaris forma un arbusto denso, de porte redondeado de alrededor de 1,20 m en todas direcciones al alcanzar la madurez. Su crecimiento es bastante lento. Sus hojas pequeñas persistentes y coriáceas de un verde oscuro brillante son de forma elíptica y cubren bien la planta. La floración tiene lugar en mayo. Agrupados en corimbos, los botones florales rojo carmín se abren en flores de 6 cm de ancho, en forma de embudo. El borde de los pétalos es rosa-violáceo mientras que el interior es más claro.

Como todos los híbridos de yakushimanum, cariñosamente llamados "rhodos yak" por los especialistas, el Rhododendron Polaris es muy resistente. Este puede soportar hasta -25°C. Aunque prefieren una exposición a media sombra, estos híbridos toleran el sol siempre que no sea abrasador (sol de la mañana) y que sus raíces se mantengan frescas. Polaris, con su floración abundante y vivamente colorida, vestirá fácilmente un pequeño espacio un poco sombreado del jardín, en compañía de Helechos, hostas azules o abigarrados, de Andrómedas, Azaleas y Aceres japoneses, u otros rododendros del mismo grupo para formar magníficos patchworks de texturas y colores en primavera. El cultivo en maceta requiere riegos frecuentes, con agua no calcárea, así como aportes de fertilizante específico para las plantas de tierra de brezo.