Rubus odoratus - Zarza de olor

El Rubus odoratus, también conocido como Zarza de olor o Zarzamora, es un arbusto silvestre muy florífero, ligeramente perfumado y sin espinas, que tiene su lugar en un jardín natural o en un seto campestre. Vígoroso, con chupones, ofrece una larga floración estival en forma de racimos de pequeñas flores de un rosa fresco realzadas por un follaje aterciopelado de color verde esmeralda que recuerda al de la vid. Serán seguidas por frutos rojo vivo ciertamente poco sabrosos pero decorativos y apreciados por los pájaros. Rústica y poco exigente en cuanto al suelo, requiriendo muy poco mantenimiento, esta planta encantadora y sin pretensiones está al alcance de todos los jardineros, incluso principiantes. 

La Zarza de olor pertenece a la familia de las rosáceas. Introducida en Europa en 1770, esta planta con chupones y raíces superficiales es originaria de una extensa área que va desde el este de América del Norte hasta Canadá. Su hábitat natural está compuesto por laderas rocosas húmedas, praderas y llanuras cubiertas de bosques mixtos, donde aprecia los bordes semisombreados. Este arbusto muy resistente al frío está perfectamente adaptado a nuestros climas templados, pero muestra una preferencia por suelos ligeramente ácidos y teme el exceso de caliza.

De crecimiento bastante rápido, una planta formará a la larga un denso arbusto extendido que ocupará un espacio de 1,40 m en todos los sentidos. Se extiende lateralmente a través de rizomas, produciendo vástagos de manera similar a los frambuesos. La floración, muy larga en esta zarza, se extiende de junio a septiembre. Está compuesta por flores de 3 cm de diámetro con 5 pétalos, muy fragantes, melíferas y nectaríferas. Su color varía según los clones, desde blanco rosado hasta rosa púrpura. Los frutos son grandes frambuesas achatadas y rugosas al tacto, poco jugosas y con muchas pepitas. Bastante insípidas si se consumen tal cual, revelan un sabor más agradable en mermeladas. Los tallos huecos, erectos y luego colgantes, de un color marrón caoba a anaranjado, carecen de espinas y tienden a desprenderse con la edad. Jóvenes, están cubiertos de pelos glandulares con olor a resina. Llevan grandes hojas caducas de 10 a 30 cm de ancho, divididas en 5 lóbulos dentados. El limbo erizado de pelos con olor a regaliz presenta un aspecto abultado y exhibe un hermoso tono verde esmeralda antes de volverse amarillo en otoño.

Plante la Zarza de olor preferiblemente a media sombra, en un suelo profundo sin exceso de caliza. En estas condiciones, el arbusto se establecerá muy fácilmente y en pocos años formará una planta ornamental perfectamente adecuada en un entorno campestre, un seto libre o en un jardín natural. En un seto o en un gran macizo de arbustos, combine esta zarza con otras plantas sin pretensiones como rosales silvestres, espireas blancas, saúcos, viburnos, lilas, madreselvas de seto o de Tartaria, o incluso evónimos caducos. También se puede utilizar para formar un gran tapiz vegetal, decorará un rincón salvaje como una gran ladera semisombreada con alfombras de vinca, un Polygonum, bugle rampante, todas son plantas vigorosas que también son poco exigentes.. También puede ser guiado en una malla de cercado, por ejemplo. Sus tallos huecos pueden servir para construir refugios y cobijos para diversos insectos en invierno.