Salix matsudana Caradoc - Sauce llorón

El Salix matsudana 'Caradoc' es un Sauce llorón particularmente interesante durante todo el año, tanto por sus ramas en forma de espiral de un verde amarillento muy vivo como por su follaje de textura inusual. Este Árbol caducifolio de tamaño mediano prospera especialmente cerca del agua, donde se convierte en un árbol ejemplar notable. También puede ser plantado cerca de un edificio que resalte su silueta pintoresca.

El Salix matsudana 'Caradoc' también se comercializa bajo los nombres de Salix x sepulcralis 'Caradoc', Salix babylonica var. pekinensis 'Caradoc' o incluso Salix matsudana tortuosa 'Caradoc'. Es una Variedad hortícola resultante del cruce entre el Salix matsudana 'Tortuosa' y el Salix alba 'Vitellina'. Como todos los sauces (Salix), pertenece a la familia de las salicáceas.

El sauce llorón 'Caradoc', de crecimiento bastante rápido, puede alcanzar una altura de 10 m con una envergadura de 6 m después de 20 años. Sus ramas están completamente en espiral y retorcidas. En primavera, nuevos brotes de un verde amarillento "fluorescente" se desarrollan, adornados con hojas verdes finamente lanceoladas y también retorcidas. En otoño, las hojas adquieren un tono amarillo brillante antes de caer. Durante el invierno, después de la caída de las hojas, los tallos pasan del verde amarillento a un color amarillo anaranjado o ambarino. En regiones muy frías, los tallos cubiertos con una fina capa de nieve son particularmente decorativos. La floración tiene lugar a principios de la primavera, en las ramas desnudas, entre marzo y abril. Se presenta en forma de pequeños gatitos blancos que no carecen de encanto. El Salix matsudana 'Caradoc' puede ser podado en invierno para reducir sus dimensiones y favorecer el desarrollo de nuevos tallos decorativos. Sin podar, formará un árbol con porte esbelto.

El Salix Caradoc necesita un suelo constantemente húmedo, es perfecto cerca de estanques y charcas naturales o a lo largo de las orillas de los ríos. Prospera en un suelo rico, arcilloso, arenoso o limoso, en compañía de las vivaces de orillas húmedas. Este árbol también tolera las condiciones del borde del mar. Plántelo como ejemplar aislado, marcará cualquier paisaje. Sus tallos retorcidos poseen una estética única que se admira tanto en el jardín como en composiciones florales.

Consejo: Recoja las hojas caídas en otoño y quémelas si el árbol presenta manchas negras (antracnosis) o amarillo anaranjadas (roya) durante su vegetación. Una vez que todas las hojas hayan caído, trate con mezcla bordelesa.