Lila Konchalovskii - Syringa vulgaris

El Lila Konchalovskii, espléndido descendiente del Syringa vulgaris, encanta con sus racimos de flores doblemente bellas en un bonito rosa lavanda, delicadamente perfumadas. Esta variedad bastante antigua posee todo el encanto y las cualidades del lila común, emblemático de los viejos jardines, tanto urbanos como rurales: de una rusticidad perfecta, no tiene exigencias, inigualable por su prodigalidad, frescura y perfume. Aunque no sea particularmente potente en esta variedad Konchalovski, es sutil y bienvenido en los ramos de flores, con peonías e iris. Su vigor le permite establecerse en un gran seto florido, un macizo de arbustos campestres. 

El Syringa vulgaris 'Konchalovski' es un arbusto de la familia de las oleáceas, obtenido en 1956 por Leonid A. Kolesnikov, en Rusia. A menudo olvidamos que el lila común, también llamado Lila de Europa, es originario del sureste de Europa y del oeste de Asia, más precisamente de la península de los Balcanes, y que llegó a Europa occidental a finales del Renacimiento. En la naturaleza, esta indómita planta con flores azul-violáceas-purpúreas muy perfumadas coloniza las colinas pedregosas y desafía los inviernos fríos.

La variedad 'Konchalovski' es un arbusto sólido, de porte erguido y redondeado, con una altura de 3 a 4 m y una envergadura de 2.50 m, en promedio. Forma espontáneamente un arbusto compuesto por múltiples tallos, como el serbal con el que no se debe confundir. Sus hojas, triangulares y cordiformes, de 4 a 10 cm de largo y 3 a 7 cm de ancho, aparecen en primavera, en un tono verde medio, con un acabado satinado. La floración tiene lugar en el mes de mayo. En el extremo de las ramas de un año aparecen racimos compuestos, llamados tirso, de 15 a 22 cm de longitud. Los botones florales de color rosa-malva intenso se abren en flores rosa malva claro, dobles y ligeramente perfumadas, el conjunto de la inflorescencia, encantador, mezclando estos dos colores. Esta variedad, con chupones, produce numerosos retoños desde su cepa cuando no está injertada.

La fuerza que emana de su silueta antigua del lila Konchalovski, arraigada en múltiples troncos, así como la belleza de su floración pastel, merecen un lugar destacado, aislado, en un pequeño jardín. De fácil cultivo en climas templados no demasiado secos, incluso en zonas de montaña media, el lila común es también una excelente planta para setos libres o macizos de arbustos. Empléelo, mezclado con otras variedades blancas, malvas o rojas, en abundancia, en grandes setos libres, junto a rosales de flores simples, serbales, aronias, estirax o grandes buddleias (B.officinalis, B. alternifolia). Un seto de lilas, de cerezos ornamentales, ciruelos de flor, membrilleros japoneses y manzanos ornamentales, plantado en voladizo sobre un callejón encajonado, es un verdadero encanto en primavera. También puede ser utilizado aislado, rodeado de un parterre de rosales cubresuelo, en un pequeño espacio dedicado, para hacer de este modesto ejemplar un arbusto grandioso, cubierto de gloria en el corazón de la primavera.