Lila Tinkerbelle

Syringa Tinkerbelle (Syringa x 'Bailbelle') es una variedad de lila de pequeño desarrollo, muy florífera en primavera, adecuada para espacios pequeños y suelos bastante secos en verano. Es un arbusto frondoso y tupido, que ofrece una profusión de racimos de pequeño tamaño, donde se mezclan botones florales de un rojo vinoso y floretes abiertos de un rosa mucho más claro, creando un magnífico efecto bicolor. Original, esta floración también emana un perfume inusual pero muy agradable, con notas especiadas. El follaje de este lila, más menudo que el de las variedades habituales, aporta un toque fresco en verano. Se instala de forma aislada, en macizo, en un pequeño seto florido o incluso en una gran maceta en la terraza.

El lila Tinkerbelle pertenece a la familia de las Oleáceas. Se trata de un híbrido excepcional obtenido por el cruce del Syringa meyeri y del S. microphylla. Esta variedad forma naturalmente un arbusto redondeado, compacto y ramificado, casi tan ancho como alto. En su etapa adulta, no superará los 2 m de altura por 1,50 m de envergadura, alcanzando generalmente 1,75 m de altura. Su crecimiento es bastante lento, favorecido por un suelo rico y fresco. Esta variedad florece desde joven, abundantemente en abril-mayo, unos días antes que los lilas comunes, en forma de tirsos piramidales agradablemente perfumados, de 10 a 14 cm de longitud, compuestos por pequeñas flores simples, de rosa pálido con reverso rosa-rojizo, nacidas de botones de un rojo Burdeos.  Estas inflorescencias están agrupadas en racimos en el extremo de los brotes del año anterior. Esta floración atrae a numerosas mariposas e insectos polinizadores. Su follaje, caduco, está compuesto por pequeñas hojas elípticas de 2 a 4 cm de longitud, de un verde medio. Se vuelven amarillas en otoño antes de caer.

Perfume, floración, recuerdos de la infancia o incluso símbolo de un evento significativo, cada uno tiene una buena razón para amar los lilas, tan entrañables como desprovistos de pretensiones. El Lila 'Tinkerbelle' permite acoger este arbusto en un pequeño jardín o en una terraza, donde el espacio es limitado. Perfectamente rústico, fácil de cultivar en suelo ordinario pero drenado, incluso en regiones frías o secas, poco exigente, se adapta a todos los estilos de jardines y a todos nuestros climas. Constituye un elemento clave para la creación de un jardín de aromas, su floración acompañando la de los retamas, los genistas rosados o blancos. También puede ser plantado en grupo, de forma aislada o incluso en forma de seto libre mezclado con otras especies (manzanos de flor, cerezos japoneses, ciruelos de flor, forsitias, membrilleros del Japón, Deutzias...). Sus racimos deliciosamente perfumados son apreciados en los ramos de primavera, junto a los primeros iris de jardín, peonías tempranas, campanillas y ranúnculos de floristería.