Weigela florida Nana Purpurea

El Weigela florida 'Nana Purpurea' es una adorable variedad dotada de una vegetación muy compacta y frondosa, bellamente coloreada, que se apreciará gran parte del año. Es magnífico en verano envuelto en un follaje verde púrpura salpicado de botones florales rojo carmín y hermosas flores tubulares en dos tonos de rosa, el arbusto también cautiva en primavera con su joven follaje bronceado, y cierra la temporada en apoteosis, bajo un fuego artificial rojo-anaranjado. Se instalará esta pequeña maravilla en un suelo ordinario pero fresco de un macizo soleado, de inspiración campestre o romántica, pero también en un pequeño seto florido, o incluso en una maceta grande en la terraza.

Originario del norte de China, Japón y Corea, el Weigela florida es un arbusto caducifolio perteneciente a la familia de las caprifoliáceas. Este arbusto calcícola (que aprecia los suelos calizos) posee un sistema radicular fibroso y extenso, que soporta perfectamente la trasplantación. El cultivar 'Nana Purpurea', del que procede, muestra un crecimiento lento y un desarrollo reducido. Forma un arbusto ramificado de 1 m de altura y 1,20 m de anchura como máximo. Sus flores en forma de embudo presentan dos tonos de rosa; son de un rosa viejo púrpura en el exterior, más claras en el interior. Se llevan en corimbos, en el extremo de las ramas del año anterior, y florecen abundantemente de mayo a junio. A veces aparece una segunda floración hacia finales de agosto y en septiembre, según el clima y las condiciones de cultivo. Esta floración es melífera y nectarífera. El follaje está compuesto por hojas sésiles, pubescentes en el envés, ovales a elípticas, que cambian de color de primavera a otoño. Las ramas de este arbusto son arqueadas y muestran dos hileras de pelos.

Resistente hasta -20°C, el Weigelia 'Nana Purpurea' forma parte de esos arbustos fáciles de cultivar en la mayoría de nuestras regiones, excepto las más cálidas y secas. Le gusta estar en una ubicación soleada o a media sombra, en cualquier suelo fresco pero bien drenado. Su porte denso y tupido lo convierte en un arbusto elegante y adecuado para jardines de cualquier tamaño. La combinación de colores entre el follaje y las flores está lejos de ser triste, aporta un toque muy personal a cualquier decoración y permite formar, en asociación con Berberis morados por ejemplo, grandes bordillos brillantes a lo largo de un camino o de un césped. En un macizo, por ejemplo, acompáñelo con Galegas, cornejos sangrientos o variegados, zarzas ornamentales, un Physocarpus, sinforinas o incluso un Buddleia alternifolia Unique, también enano, con flores azul-malva. En segundo plano, el follaje muy oscuro de los acebos o tejos formará un oscuro estuche para su follaje tan luminoso y asegurará la decoración en invierno. También se puede colocar este weigela en maceta para atraer las miradas en los pequeños jardines, o palisarlo en un pequeño enrejado.