Sasaella masamuneana Albostriata - Bambú enano

El Sasaella masamuneana Albostriata es un bambú que destaca, no por su estatura, bastante modesta, sino por sus largas hojas abigarradas de blanco-crema, excepcionalmente luminosas. Con un bonito porte tupido y vigoroso, se adapta a casi todas las situaciones y resiste los inviernos rigurosos. Póngalo en valor delante de una pantalla de grandes bambúes, o en el borde de un claro bosque. Tanto en terreno abierto como en macetas, es perfecto para aportar un toque de luz a los pequeños jardines, la terraza o el balcón. 

El Sasaella masamuneana Albostriata (sinónimo Arundinaria atropurpurea Albostriata) es un bambú de pequeño tamaño, arbustivo, de porte regular y redondeado, ligeramente colgante en la periferia. Su rizoma es de tipo rastrero (leptomorfo), pero sigue siendo bastante fácil de controlar. Totalmente adaptado a los inviernos rigurosos, proviene de una especie botánica originaria del norte de Japón y pertenece a la familia de las poáceas o gramíneas. Este bambú se instala lentamente, luego su crecimiento se acelera notablemente. Presenta cañas delgadas, de color marrón o verde muy oscuro que a veces tiende al rojo o al granate, con un diámetro de 2 a 5 mm, aplanadas en los nudos. En estas cañas, las vainas son persistentes y de color beige claro. Escondidos bajo el follaje, se alzan hasta 1,75 m del suelo en promedio (máximo 2.50 m). Podado cada año en primavera, este bambú puede mantenerse a 70 cm de altura. Se extiende a través de sus rizomas sobre 2 m en el suelo aproximadamente. Las cañas se ramifican en ramas finas y cortas, provistas de numerosas hojas grandes que miden  10 a 20 cm de largo.  Su follaje es persistente, pero cae parcialmente en invierno. Las hojas son de un verde claro y más o menos estriadas de blanco-crema a amarillo pálido a lo largo de toda su extensión, según la exposición, la naturaleza del suelo y el riego. El Bambú masamuneana Albostriata se presta perfectamente a la poda, incluso muy corta: esta operación se recomienda en primavera para fomentar la aparición de nuevas hojas más abigarradas.

Perfectamente rústico y vigoroso, este bambú prospera en suelos frescos, incluso calcáreos o pedregosos, preferiblemente a media sombra. Destaca maravillosamente en macizos, en matas aisladas, en un pequeño seto o incluso en una maceta en la terraza o el balcón. Puede ser útil para contener su desarrollo utilizar barreras antirrizomas. Dotado de una verdadera elegancia, se adapta perfectamente a jardines japoneses, salvajes, exóticos o de inspiración contemporánea. Se puede asociar con otros bambúes no demasiado agresivos como los Fargesia (Fargesia denudata, Fargesia rufa, Fargesia murielae), arces japoneses a media sombra, coníferas enanas de follaje azul (Picea pungens Jeddeloh) o incluso un hortensia quercifolia o Soeur Thérèse, por ejemplo.  También puede formar pequeños setos muy luminosos, a lo largo de un camino en un gran jardín o para delimitar una propiedad. Este bambú responde muy bien a la poda, se adapta a las fantasías de cada jardinero.  Se adapta bien al cultivo en maceta, siempre y cuando se eliminen regularmente las cañas más viejas para dar lugar a los nuevos brotes que surgen de la tierra en verano.