Shibataea kumasaca

El Bambú enano Shibataea kamasaca es un pequeño bambú poco conocido pero con un follaje singular que le confiere un aspecto único. De tamaño reducido, persistente, de crecimiento bajo y por lo tanto fácil de contener en espacios pequeños tanto en tierra como en macetas, soporta perfectamente la poda, permite crear hermosas pantallas verdes y se presta maravillosamente al arte topiario. Sus tallos cortos llevan un follaje denso, corto y ancho, de un hermoso verde oscuro, recordando un poco al del pequeño acebo. Muy ornamental, no obstante, es fácil de cultivar en todas las exposiciones, preferiblemente en suelo drenado, fresco, neutro a ácido. ¡Un imprescindible para terrazas o pequeños jardines zen, japoneses o contemporáneos!

El Bambú enano Shibataea kamasaca, originario de Japón, pertenece a la familia de las poáceas. No superando los 1,20 m de altura, denso en rizomas, este bambú vivaz se extiende poco y lentamente, formando eventualmente matas muy densas de 80 cm a 1 m de diámetro, cuyo follaje casi oculta por completo los tallos. Su porte, notablemente denso, será más laxo si la planta está expuesta a una sombra densa. Totalmente adaptado a climas templados, resistente hasta -22°C, teme la presencia de caliza en el suelo y suelos demasiado secos o, por el contrario, saturados de agua.  Este bambú presenta tallos (o cañas) verdes más o menos teñidos de marrón o amarillo según la exposición o la edad. Son cilíndricos, muy finos, con nudos bastante prominentes, con un diámetro de 1 a 2 mm, aplanados en el lado que lleva el follaje. Las hojas, persistentes, son aplanadas, ovales y lanceoladas, terminando en punta, de 8 a 10 cm de largo y 3 cm de ancho. El extremo de las hojas tiende a secarse por efecto del viento. Cuando la floración tiene lugar, es decir, muy raramente, ocurre de marzo a mayo, en forma de pequeños espigones.

Con un aspecto único entre los bambúes enanos y poco exigente en cuanto a exposición, el Bambú enano Shibataea kamasaca es perfectamente adecuado para jardines zen, exóticos o de estilo contemporáneo. Evite plantarlo en lugares con sol abrasador, suelos secos y situaciones ventosas. Las posibilidades de uso son numerosas, según los deseos: como seto, plante los pies a una distancia de 70 a 80 cm, aislado, dé forma redondeada mediante podas repetidas.  Tiene una gran densidad que impresiona en el borde de una escalera donde formará grandes plantas cubresuelos de aspecto muy cuidado. El Bambú enano Shibataea kamasaca puede ser utilizado en sotobosque, para cubrir el suelo debajo de árboles como el árbol de caramelo, el arce japonés. Integrado en un macizo arbustivo, acompaña al bambú sagrado, al huso japonés o a un Loropetalum. También puede encontrar su lugar en una rocalla, en un talud, o en un grupo aislado. Este bambú enano es también perfectamente adecuado para el cultivo en maceta grande o jardinera, en una terraza o un balcón. También se pueden crear pequeñas escenas de inspiración tropical combinándolo con el Bambú negro y con Fargesia de cañas y follajes de texturas y colores diferentes.