Sasa kurilensis - Bambú enano

El Sasa kurilenis es un vigoroso pequeño bambú rastrero originario de Japón donde es muy apreciado por su magnífico follaje y su capacidad para formar rápidamente exuberantes cortinas de verdor, tanto en la sombra como a plena luz del día. Perfectamente resistente a los inviernos duros y muy persistente, muestra un porte regular y abierto, ligeramente colgante, que realza perfectamente sus largas y anchas hojas perennes de un verde oscuro brillante. La exuberancia natural de este bambú es poco compatible con el cultivo en macetas.

El Sasa kurilensis es un bambú de pequeño tamaño, arbustivo y abierto, con una silueta regular. Totalmente adaptado a los inviernos rigurosos, es nativo de Japón, pero también se encuentra en Corea y Rusia, en las islas de Sajalín y Kuriles. Como todos los bambúes, pertenece a la familia de las poáceas o gramíneas. Su nombre de género, Sasa, proviene del japonés zasa, un término que se utiliza allí para designar los bambúes rastreros. En esta planta, los jóvenes brotes están curvados cuando emergen de la tierra en primavera. Se enderezan rápidamente y se alargan hasta alcanzar aproximadamente 2,50 m de altura con un diámetro de 2 cm. Su color es un verde pálido. De crecimiento rápido, este Sasa se extiende a través de sus rizomas muy rastreros, pero superficiales, en grandes superficies. Su follaje muy persistente está compuesto por hojas de 20 a 30 cm de longitud y 5 cm de ancho en los brotes jóvenes, pero la mitad en los brotes más viejos. Dispuestas en palmas en el extremo de las ramas, estas hojas de un hermoso verde oscuro brillante se muestran ampliamente a la vista. Los brotes jóvenes son comestibles, los japoneses los consumen después de haberlos macerado en salmuera. Su resistencia es de alrededor de -24°C.

Perfectamente rústico y muy vigoroso, este bambú prospera en suelos profundos, húmicos y frescos, llegando a volverse invasivo. Para contener su desarrollo, le recomendamos utilizar barreras anti-rizomas. Es particularmente decorativo y se adapta perfectamente a jardines zen, japoneses, exóticos o de estilo contemporáneo. Al sol como a la sombra, este bambú permite formar rápidamente un seto siempre verde de tamaño medio que protegerá eficazmente de las miradas. Se puede, por ejemplo, plantar en masa a lo largo de un camino en un gran jardín, utilizarlo en el fondo de un macizo o incluso como gran mata aislada. Sus rizomas son bastante superficiales, lo que permite controlar bastante fácilmente su expansión mediante una extracción regular en la periferia de la planta madre.