Cupressus macrocarpa Goldcrest - Ciprés de Monterrey

El Cupressus macrocarpa ‘Goldcrest’ es una variedad de Ciprés de Lambert de pequeño desarrollo, notable por el color dorado muy luminoso de su follaje, que se vuelve bronce en invierno. Este hermoso conífero tiene una apariencia de columna afilada o de cono muy denso. Es un árbol precioso para los jardines de la costa atlántica, ya que se adapta a suelos pobres, arenosos, a la salinidad y a las nieblas salinas. Se deben evitar los suelos demasiado rocosos y el clima muy seco del Mediterráneo. La variedad ‘Goldcrest’ es sensible al frío y no tolera los vientos helados, por lo que se le debe elegir preferiblemente un lugar resguardado y protegerlo en invierno.

El Cupressus macrocarpa es una de las especies más grandes pertenecientes a la familia de las cupresáceas. Más comúnmente conocido como Ciprés de Lambert o ciprés de grandes frutos, es un gran conífero originario de los alrededores de Monterey, una ciudad ubicada en la costa oeste de los Estados Unidos, a la que debe su otro nombre de Ciprés de Monterey. En la naturaleza, se encuentra en los bosques que bordean el centro de la costa californiana, donde disfruta de la humedad atmosférica y de las nieblas que aprecia. Algunos ejemplares alcanzan los 36m de altura y forman un tronco de 2m40 de diámetro en sus tierras de origen. Cercano al Chamaecyparis, se diferencia por sus ramillas redondeadas, dispuestas en escobillas alrededor del eje principal, y sus conos más grandes, con escamas leñosas.

La variedad ‘Goldcrest’ raramente superará los 8 m de altura por 2,5 m de envergadura en nuestros climas. Creciendo rápidamente, se viste de un follaje bastante grueso cuando se observa de cerca, aromático al ser frotado. Su olor es ligeramente ácido. Sus hojas pequeñas triangulares y embotadas están superpuestas en cortas ramillas cilíndricas, a su vez implantadas en ramas. Los ejemplares jóvenes menores de 1 año tienen hojas juveniles en forma de acículas. El follaje, dorado en primavera, se vuelve bronce en otoño. Los conos femeninos, globosos y verdes, se tornan marrones en la madurez. La corteza marrón rojiza adquiere un tono grisáceo con la edad. El sistema radicular de este árbol es pivotante, lo que le permite anclarse muy profundamente en el suelo para extraer agua y nutrientes, y resistir al viento, incluso fuerte. Rústico hasta -7°C en suelo bien drenado, se debe proteger en invierno en regiones con inviernos fríos.

El Ciprés de Lambert ‘Goldcrest’, con su porte estrecho y su pequeño desarrollo, encontrará su lugar en todos los jardines, incluso en los más pequeños. Una bendición para los jardines costeros muy ventosos, con suelos arenosos, donde pocos árboles se sienten a gusto, su elegante porte estructura un jardín de manera única, ya sea de estilo contemporáneo, salvaje, romántico o inglés. Con su follaje luminoso, será magnífico combinado con plantas de follaje más oscuro, verde oscuro o morado. También se puede, por comodidad o falta de inspiración, utilizarlo en seto, como su primo el ciprés de Leyland; esto convertirá a este árbol majestuoso en un inválido, privado de libertad, de amplitud e incluso de identidad. Muy plantado en la costa bretona, el ciprés de grandes frutos es un conífero elegante, poco exigente y vigoroso, que prosperará en todas las regiones donde los veranos son frescos y los inviernos húmedos y suaves.