Sequoiadendron giganteum Pendulum - Secuoya gigante

El  Sequoiadendron giganteum ‘Pendulum’ es una forma muy original de Secuoya gigante. Cada ejemplar presenta en un principio un port esbelto y estrecho. Sin embargo, con el paso del tiempo, se revela una identidad propia. Las ramas se extienden, se retuercen, las siluetas se curvan, torcidas e impredecibles, de tal manera que ningún árbol se parece excepto por el elegante follaje en cortinas verde azulado que persiste en sus Ramas colgantes. Aunque no alcanza el mismo desarrollo que la especie, este conífero comparte su carisma innegable y su gran longevidad. Verdadero monumento vegetal, encontrará su lugar en grupo o en aislado en jardines de tamaño mediano a grande, donde despertará la curiosidad de muchos visitantes y se destacará a lo lejos.

El Sequoiadendron giganteum, comúnmente conocido como Secuoya gigante, es un conífero de la familia de las taxodiáceas, originario de América del Norte, específicamente de las laderas húmedas de las montañas de la Sierra Nevada, en California. Fósiles confirman la presencia de secuoyas en Europa antes de las grandes glaciaciones del cuaternario.

El cultivar ‘Pendulum’ fue obtenido en 1863 en el Vivero Lalande, en Nantes. Al alcanzar la madurez, alcanzará una altura de aproximadamente 10 m con una envergadura de 5 m, y desarrollará un port inicialmente bastante estrecho y erguido, volviéndose más irregular, extendido y llorón con los años. Sus ramas principales están cubiertas de acículas estrechas y triangulares, puntiagudas, de 1 a 1.2 cm de longitud, recordando a las del ciprés. En los brotes jóvenes, miden entre 0,3 y 0,6 cm. Esta planta es monoica, es decir, hay individuos masculinos y femeninos. Cuando los conos femeninos son polinizados, adoptan una forma ovoide, un color marrón rojizo y una posición erguida. Maduran en dos años. La corteza de esta secuoya es notable, tanto por su color rojizo, su resistencia al fuego y a los ataques de hongos, como por las profundas protuberancias y grietas decorativas que se forman con los años. Esta planta tiene un sistema radicular muy extenso pero sorprendentemente superficial, lo que hace que la trasplantación sea un poco delicada, pero le permite aprovechar con gran oportunidad los recursos nutritivos e hídricos del suelo. Esta característica también lo hace vulnerable a los vientos fuertes, especialmente en suelos muy sueltos.

El Sequoiadendron giganteum ‘Pendulum’ será un árbol excepcional que enorgullecerá al jardinero que lo haya plantado, sin duda sobrevivirá a él, integrándose plenamente en la historia de una familia y un jardín. Se planta en aislado o en pequeños grupos donde se convertirá en el punto focal del jardín gracias a su silueta tan curiosa, con un estilo inimitable. Este hermoso conífero requiere una base sólida: se elegirá cuidadosamente su ubicación, en un suelo profundo y en una posición bien despejada pero protegida del viento que podría derribarlo. Tiene un crecimiento bastante rápido y aprecia los climas frescos y húmedos, los veranos cálidos y los inviernos nevados que ofrecen una excelente protección a las raíces y a los plantones jóvenes. No requiere o necesita poco mantenimiento después de los primeros años.