Abies koreana Cis - Abeto de Corea

El Abies koreana 'Cis' es una variedad enana de abeto coreano, formando un pequeño cojín de aspecto muy cuidado, cubierto de acículas verde oscuro y brillantes, llamativo a la vista. En primavera, sus pequeñas y prominentes yemas marrones al final de las ramas aportan color al follaje. Con su crecimiento muy lento y su pequeño tamaño, es perfecto para pequeños jardines, rocallas o en maceta, en suelo drenado, fresco, protegido del sol ardiente.

El abeto coreano es un conífera de la familia de las pináceas, originario únicamente de las montañas del extremo sur de Corea. Este pequeño conífera alcanza en su entorno natural una altura de 6 a 9 m y muestra un porte compacto. La variedad 'Cis' representa de alguna manera una miniatura de esta especie, fue seleccionada en los Países Bajos en 1989. No superará los 30 cm en todas direcciones, después de muchos años de cultivo, ya que solo crece 3 cm por año. Presenta un porte compacto, primero globular, luego más extendido, y forma un pequeño cojín, compuesto por ramas donde se implantan planas acículas muy finas y flexibles, verde muy oscuro y brillantes en el haz. Sus pequeñas yemas primaverales coronan su follaje verde oscuro con un terciopelo marrón, y aparecen bonitas piñas violáceas erectas en los sujetos adultos.

El Abies koreana 'Cis' es ideal para el cultivo en maceta en una terraza o en pequeños jardines gracias a su crecimiento lento y su pequeño tamaño. Por su silueta en cojín denso, que no requiere poda, será maravilloso en sus rocallas, especialmente si se planta en grupo de 3 sujetos. Las verdaderas cualidades ornamentales de las coníferas enanas se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, que prefiere el esteticismo de las formas, siluetas y texturas a la danza de las floraciones. La fuerte personalidad de este tipo de plantas muy gráficas estructura de manera duradera un macizo, marca los pasillos, bordea la terraza. Asócielas con rosales, peonías o gramíneas despeinadas con un temperamento muy complementario que, a cambio, harán valer toda su intensidad. También se pueden acompañar de plantas cubresuelos como aubrietas, cerástides y arbustos con flores. La clave está en jugar con los volúmenes y los colores.