Abies koreana Nadelkissen - Abeto de Corea

Este pequeño abeto coreano en miniatura, llamado Abies koreana 'Nadelkissen', forma una bonita bola muy regular, de aspecto muy cuidado, cubierta de acículas bastante anchas, verdes claras y vivas, brillantes, con el reverso plateado. En primavera, sus pequeñas y prominentes yemas marrones en la punta de las ramas aportan color al follaje. Con su crecimiento muy lento y su pequeño tamaño, es perfecto para pequeños jardines, rocallas o en maceta, en suelo drenado, fresco, protegido del sol abrasador.

El abeto coreano es una conífera de la familia de las pináceas, originaria únicamente de las montañas del extremo sur de Corea, volviéndose rara en su país. Esta pequeña conífera alcanza en su entorno natural entre 6 y 9 m de altura y presenta un porte compacto. La variedad 'Nadelkissen' representa de alguna manera una miniatura de esta especie, siendo seleccionada en Alemania en 1990. No superará los 30 a 40 cm en todas direcciones, después de muchos años de cultivo, ya que solo crece 3 cm al año. Forma una bola, compuesta por ramas donde se insertan acículas radiantes bastante anchas y flexibles, verdes en la parte superior y plateadas en el reverso. Sus pequeñas yemas primaverales coronan su follaje con un terciopelo marrón.

El Abies koreana 'Nadelkissen' es ideal para el cultivo en macetas en una terraza o en pequeños jardines gracias a su crecimiento lento y su pequeño tamaño. Con su silueta de cojín denso, que no requiere poda, lucirá maravillosamente en tus rocallas, especialmente si se planta en grupos de 3 ejemplares. Las verdaderas cualidades gráficas de los pinos enanos se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, que prefiere el esteticismo de las formas y texturas a la danza de las floraciones. Estas plantas con una fuerte personalidad y una permanencia tranquilizadora estructuran de forma duradera un macizo, marcan los senderos, bordean la terraza, sustituyendo fácilmente la fuerte presencia del boj recortado. Sirven como marco para rosales, peonías o gramíneas despeinadas con un temperamento muy complementario que, a cambio, harán valer toda su intensidad. También se pueden asociar con plantas cubresuelos como aubrietas, cérastas y arbustos florales. Lo importante es jugar con los volúmenes y los colores.